– ¿Que haremos entonces? – pregunto una de las mujeres que se encontraba al fondo de la enorme sala iluminada
– Buscaremos la forma de eso no cabe duda – dijo el que parecía estar liderando la reunión, los ángeles estaban descontrolados, cada uno tenía una forma diferente de querer solucionar el problema con el demonio.
– ¿Cuántas veces vamos a tener que hace esto con ellos? – pregunto uno de los ángeles que no había abierto la boca por miedo a que lo saquen de la sala.
– Las que sea necesario David – todos los ángeles lo miraban. David no estaba del todo de acuerdo, ya lo había separado una vez. El que ellos se volvieran a encontrar ya era otra cosa, el sentía que los ángeles no tenían porque meterse ya.
– ¿Tenemos una orden de los demás guardianes? – Todos lo miraban con desacuerdo por su pregunta. Prefirió dejar de preguntar y hacerse a un lado, después de todo se haría lo que la mayoría quisiera.
– ¿Que haremos ahora? ¿Enviar nuevamente a Héctor?
– No, él ya no nos sirve. Ya lo