Siempre fuiste tú. Capítulo 57.
La mañana había comenzado sin ningún contratiempo, Elisa se despertó y después de arreglarse bajó al comedor para reunirse con sus abuelos durante el desayuno.
–Luces radiante hija, el embarazo te sienta de maravilla– afirmó la abuela.
– me alegra escucharlo de tus labios, abuelita, y la verdad es que sí, me siento maravillosamente, por primera vez siento que mi vida está dando un giro diferente – contestó con una gran sonrisa que lo iluminaba todo a su alrededor.
– ha sido una bendición encontrarte, hija, tu presencia también le da un giro diferente a nuestras vidas – intervino el abuelo acercándose para abrazarla.
– hay algo que necesito hablar con ustedes, ¿les parece si nos sentamos para contárselo? –Comentó exaltada por la emoción del momento.
Ellos asintieron y tomaron sus respectivos lugares para iniciar aquella charla que les causaba tanta curiosidad.
– anoche fui a ver a mamá a su habitación, le hablé sobre la gran noticia que recibimos, le con