— No puedo creer que haya sido tan fácil — Giorgia comentó con una enorme sonrisa en los labios mientras contaba el fajo de billetes sobre la cama.
Carlo la miró de soslayo y sacó cuentas mentalmente de la pequeña fortuna que la mujer amasaba entre sus manos.
— ¿De dónde me dijiste que sacaste ese dinero? Puede que haya más — Tomando uno de los fajos y moviéndolo en el aire.
— No hay más Carlo, esto estaba en la caja fuerte de la habitación de Vittoria.
— ¿Vittoria tiene una caja fuerte en su habitación?
— ¡Qué! ¿No lo sabías? — ella se detuvo para mirarlo a la cara — ¿En serio no te lo dijo?
— No.
— Entonces quiere decir que hice mejor mi trabajo que tú, ¡Ella confiaba más en mí! — Mostrando su perfecta hilera de