— ¿En serio la quieres como dices? ¿O solo era algo para tranquilizarla? — Russo le preguntó a Romano cuándo salieron a buscar el auto.
Francesco había levantado la mirada con duda, ¿en verdad parecía como si solo la tranquilizara? Se preocupó, ¿Y si él le había dado la misma sensación a ella?
¡Entonces no le habría creído sobre sus sentimientos!
— ¿Te parezco que no soy sincero? — Respondió el empresario con otra pregunta.
— No… es decir, no me malinterpretes, es solo que quiero saber si de verdad superaste a Allegra y amas a esta mujer.
La duda estaba clara, y era obvio que Russo estaba interesado en el tema porque quería saber si Francesco podría seguir siendo un peligro para su relación matrimonial con Allegra.
Francesco inspiró profundo mucho