[ANDY]
Mis recuerdos atropellan mi mente y mi corazón. Todo junto, todo de golpe... Todo confuso. Pero están ahí. Mis momentos más memorables con Liam. Cuando trabajaba para mí familia, cuando me defendió de mi ex pareja, o cuando nos entregamos por primera vez. Todo.
—¿Por qué sigues contestándome? Te puedo echar a la calle, ¿sabes?
—Sé que sí, pero nadie la aguantaría.
—¡No la vuelvas a tocar, imbécil!
—Está bien.
—Si no paro ahora, no me detendré nunca...
—Entonces no pares nunca...
—¿Y si corremos?
—No soy mucho de correr...
—Yo decía toda la vida, por este amor.
—Eres un cursi de lo peor, ¿sabes? Pero eres mío.
—Tuyo, amor.
—Demuéstramelo.
Porque sé que, si él no está, moriré antes de tiempo. Pero retenerlo, aun sabiendo que lo haré miserable, es morir doblemente, y sería más doloroso.
—¿Cuánto puedo vivir, Ryan?
—No te puedo dar seguridad, lo más probable que unos meses.
—¿Puedes salvarlo...? Por favor...
—Es arriesgado, Andy.
—¡Por favor, Ryan! ¡Sálvalo! Aun si mi corazón no sirve, el de él sí.
Porque hasta en eso es más parecido a su papá.
—¡Yo lo amo!
—¡Tú no sabes lo que es el amor!
—¡Pues quieras o no, voy a estar con él hasta el día de mi muerte, mamá!
—¡Ve y dile entonces que morirás! ¿Crees que se quedará contigo?
—Si te dijera que es posible que muera mañana, ¿qué harías?
—Morir contigo, somos un solo latido, ¿recuerdas? El dúo perfecto.
"El trío perfecto, amor."
—Huyamos juntos, comamos cocos toda la vida, y enseñémosle en un futuro a nuestros ocho hijos a andar como Tarzán y bajar cocos. ¿Qué dices?
—Solo si mientras ellos duermen, me modelas sin la hoja con la que se cubre Tarzán.
—Contigo no se puede, vampira.
—¿Te he dicho que amo tu sonrisa, Evans?
—Detengamos... el tiempo, Liam.
—Ahora mismo solo somos tú, yo y la arena que costará sacarnos más tarde.
—Solo sigue, mi amor... y no pares nunca. Me vale gorro si te muerde un cangrejo; solo prométeme que no me soltarás nunca, que seremos siempre solo uno.
—Hasta siempre y más allá de la vida y la muerte, amor.
•°• ✾ •°•
(Para mamá)
"Sé que leerás esta carta, mamá. Sabrás ya de sobra que estoy embarazada, ese ser que es la fuerza que necesito, mas sé que no alcanza. Por eso, si él viviera, mamá, y yo ya no estoy, se llamará Liam Andrés Evans. Cuídalo, es parte de mí, y aunque tal vez no te guste, la parte que más amo y siempre amaré es la de él. Así que quiero que lleve el apellido de su padre, y que lo conozca, y sé que lo hará, porque confío en ti más que nada en el mundo, y sé que harás lo correcto".
Te amo, mamá,
Hasta que nuestros ojos vuelvan a verse.Att. Andy
(Para Liam)
"Tal vez nunca me perdones, pero si te llega esta carta, no espero lástima o arrepentimiento. Fue mi decisión, perdón por no poder salvarlo, mi amor, pero sé que, desde donde Liam Andrés y yo estemos, estaremos orgullosos de ti. porque nuestros corazones laten siempre juntos Solo tuya, Liam, te amo. Y sí, acepto casarme contigo, tonto, y demostrarle a todos que su opinión nos vale un carajo. Y sé que en especial te refieres a mis papás, corazón. TE AMO LIAM EVANS pdt: ¿Y si te vuelvo a encontrar? ¿Me amarías como antes?"
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(ANTES DE MORIR)
"Si algún día nos separamos, prométeme que nos volveremos a buscar y seremos felices."
Siempre tuve presente que lo que sentía por él era imposible. El primer día que lo vi, observé su mirada, la forma en la que analizaba cada parte de mí con tan solo su mirada. Tal vez lo vi de la misma manera, pero él no lo notó.
—No eres mi tipo —dije, y era mentira; él era el tipo para cualquier mujer. Sonrió y me perdí en él. Pero claro, no podía mantener su boca callada.
—Tal vez porque no soy un vampiro como usted —me la devolvió, y sonreí como nunca lo había hecho. Tenía razón, estaba espantosa, apenas había salido de una crisis días atrás; mi corazón se negaba a trabajar. Para nadie era un secreto que cualquier emoción era peligrosa. Solo para él.
"Ni lo pienses, debes alejarlo de ti", repetía en mi cabeza.
—No, porque eres un Frankenstein operado del cerebro, igualado. —Salí prácticamente corriendo de ahí.
Quedarme sería peligroso para mi corazón, para mí...
Y para él.
—Rosa, ¿el amor daña? —pregunté a mi nana.
—Lo hace —contestó sin divagar—. Pero es el sentimiento más hermoso del universo. Pero... mi niña...
Me vio con pesar.
Iba a decir que para mí, toda emoción hacía daño.
Pasaron días en los que, de lejos, observaba al nuevo chofer de mis padres. Era hermoso, todo él lo era, pero solo pensarlo dañaba.
"Mientras esté lejos, todo estará bien", pensé.
Hasta que mamá se dio cuenta de que me molestaban en la facultad por mi condición y decidió que necesitaba que alguien me cuidara y escoltara.
¡Eran unos inmaduros en mi clase!
En especial Marcos: era un dolor de cabeza y el principal causante de mi episodio semanas atrás.
Mis padres dieron la orden de que el nuevo chofer se haría cargo de llevarme a la universidad y a la casa. Por más que mi vida era tediosa y se basaba en esperar, esos meses fueron una tortura para él, pero aunque sabía que no debía, por primera vez amé una decisión de mis progenitores.
Mas sin embargo, él no se molestaba, y eso a mí me molestaba; su buen trato era confuso, su manera de analizarme y hablarme.
"Es su trabajo", mi subconsciente me regresaba a mi realidad, pero...
Por más que quería alejarlo con mis palabras, todo se fue al caño cuando...
Marcos fastidiaba de nuevo.
Lo vi acercarse, pero no podía hacer ni decir nada. Estaba perdiendo aire y mi corazón me estaba molestando de nuevo.
—Andy es una tonta y débil desahuciada —gritó. No podía defenderme o pedirle que se alejara.
Lo siguiente pasó muy rápido.
Marcos cayó al suelo, ni siquiera escuché con claridad qué fue lo que mi chofer le dijo, solo escuché la palabra “imbécil”.
Verlo atento conmigo removió en mí todo eso que estaba prohibido, así que, cuando me abrazó, creí que mi corazón colapsaría en el instante.
Pero no.
Para mi sorpresa, mis latidos se regularizaron, y el aire solo me lo podía brindar él.
Lo besé y me subí a su regazo. Era él lo que quería, lo que necesitaba, y mi corazón ya lo había elegido.
“Liam”, ese nombre, lo amaba solo por pertenecerle a él. Lo amaba.