CAPÍTULO 31. ¿Y si nos dejamos llevar?
[ANDY]
(CONTINUACIÓN)
Escucho unos pasos cerca, y sé que se trata de él. Hasta eso conocí de él.
Entra y se queda parado viendo la escena.
Luego de nuestra pequeña charla, se quedó dormida en mis brazos.
—¿Por qué no la recuestas? —pregunta acercándose.
—No, es que...
No me deja terminar la frase, toma a mi pequeña en brazos y la acomoda en la cama.
Sin saber todo lo que provocó en mi corazón al hacer eso.
—Listo —toma el botiquín y entra al cuarto de baño. Mi alarma se enciende.
Verá que sus paquetitos no están... ¿Y si me pregunta...? ¿Qué digo?
Con lo transparente que soy, creo que no hay mucho que inventar.
—Sígueme —dice apenas sale del cuarto de baño, entrando por la puerta aparte que también está dentro de la habitación.
Lo sigo en silencio, rogando que no se haya dado cuenta.
Al parecer, la misteriosa puerta es el despacho. Entra y cierro tras de mí.
Se da la vuelta viéndome, frío como siempre, incluso hasta más sombrío que antes. Mi corazón comienza a latir con fuerza por los