— ¡Basta, para ya con eso! —me quejo entre risas sonoras que me obligan a tomarme la barriga—. ¡Ya no me hagas reír que me duele!
Pido con ojos llorosos y Kenneth alza sus manos inocente; hemos salido hace una hora del set de grabación y él no ha parado de bromear con el asunto de nuestra boda falsa.
—Bueno, bueno ya no digo nada, esposa —bromea una ultima vez y toma su copa para beber un poco de whisky—. Que rápido avanzo nuestra relación. De amigos a novios en un solo día. ¡Increíble!
Meneo la cabeza y sonrío un poco más relajada que antes.
—Junior es muy loco y todos siempre le siguen la corriente —explico tomando un poco de mi copa de vino blanco.
Hemos venido a un bar al limite del barrio Prahran, y hemos pedido bebidas un poco fuertes para ser apenas las tres de la tarde, solo porque Kenneth insistió en celebrar nuestra boda falsa.
Y es que por locuras de Junior, un de los chicos del equipo se disfrazo de cura y Kenneth por su parte se puso un traje de novio y entre los tres pro