Días después que Sayri y Lolita fueron puestos en libertad bajo fianza, gracias a las pruebas que llevó Santiago, se efectuó una nueva audiencia. El señor Vidal le brindó todo su apoyo a María Dolores, y luego volvió a Estados Unidos, no podía descuidar a su familia, sabiendo que Andrew había huido.
El juez dio inició a la sesión, y de inmediato tomó lectura al expediente y a las pruebas presentadas por la parte defensora.
Lolita sostenía con fuerza la mano de Alex, mientras escuchaban la grabación en donde Andrew confesaba que la iban a culpar por vengarse de ella.
María Dolores se estremeció, no podía comprender como alguien tan joven y con un futuro tan brillante se había ensañado en contra de ella de esa forma tan cruel.
Luego se pasó a escuchar la confesión de Jacqueline.
«Andrew lavaba dinero en la empresa de Alex, se ganó la confianza de él, y como arquitecto encargado de la construcción de los hoteles, sobrevaloraba las obras, y de este modo podía justificar los grand