Rebeca lo tomó.
Era un acuerdo de divorcio.
Lo primero que mencionaba era que él tomaba la custodia de Carolina.
El resto consistía en los bienes que había repartido para ella, había un total de varias páginas.
Había venido para preguntarle cómo iba su divorcio.
Al ver este acuerdo de divorcio, lo hojeó despreocupadamente y lo volvió a dejar sobre la mesa, diciendo: —No tengo nada que objetar.
Dijo, abriendo su bolso y buscando a tientas un bolígrafo para firmar.
Las tácticas de Rebeca para llegar a ser la esposa de Logan no eran honorables.
A pesar de su desprecio por Rebeca como persona, tanto el propio Logan como Kevin, había visto lo mucho que quiso a Logan a lo largo de los años.
Por eso, ahora que este se iba a divorciar de ella, Kevin pensó que Rebeca no sería capaz de aceptarlo y estaría tan triste que rechazaría este acuerdo de cualquier forma.
Para su sorpresa, Rebeca vio los papeles del divorcio y no solo los aceptó de buen grado, sino que incluso cuando Logan le pidió la cu