Kevin estaba lleno de interrogantes.
Justo en ese momento, Esperanza subió en el ascensor y dijo: —La cena está lista, Rebeca ya está abajo, ¿por qué siguen aquí sentados? Bajen a comer.
Kevin miró hacia atrás: —Oh, sí, allá vamos.
Logan también se levantó.
Abajo, Carolina estaba sentada feliz en el sofá, inclinada hablando con Rebeca.
Rebeca, sentada a su lado, observó y escuchó a su hija atentamente.
Qué imagen tan conmovedora de madre e hija.
Pero la idea de que Rebeca no quisiera la custodia de Carolina hizo que Kevin sintiera que la escena que tenía delante era muy falsa.
Kevin frunció el ceño.
Esperanza aún no sabía lo del divorcio.
Sonrió y llamó a Rebeca y Carolina: —Rebeca, Carol, vengan a cenar.
Rebeca y Carolina dijeron al unísono: —Vale, ya vamos.
Carolina tomó el dedo de Rebeca y caminó alegremente hacia el comedor.
Kevin no sabía qué decir.
Cuando Kevin llegó, tomó asiento junto a Logan.
Rebeca, por su parte, se sentó con Carolina.
Esperanza se rio: —Kevin, hace mucho que