Mundo ficciónIniciar sesiónEl cuerpo de Cristina cayó en los brazos de Salvador, inerte, sin un solo signo de reacción.
—¡Cristina! —la llamó, con una voz que no parecía suya.Su respiración se volvió irregular mientras la sostenía por los hombros, intentando hacerla reaccionar. El rostro de ella estaba pálido, helado, completamente ajeno a la vida.—¡Vamos, mírame! —exigió, agitándola con desesperación contenida—. ¡Despierta!Pero no hubo respuesta.El murmullo de las pocas personas que aún quedaban, se volvió un zumbido distante. Salvador ya no escuchaba nada, solo el latido violento de su propio corazón retumbando en sus oídos.El aire le pesaba, el pecho le ardía. No entendía por qué el miedo lo golpeaba de esa forma.—¿Qué pasa? ¿Por qué no reacciona? —preguntó Yona, arrodillándose junto a él, la voz quebrada por la angustia.Salvador no respondió. Solo miraba el rostro de Cristina, buscando un






