Caleb Harfagri fue desterrado y perseguido. Su propia manada le dio la espalda luego de ayudar al hijo de los Blatonn y debe mantenerse oculto si desea sobrevivir. Hasta que ruega por una respuesta que termine con los malos presagios. Pero el destino parece burlarse de él respondiendo con la presencia de Asthon, una humana por la cual se siente irremediablemente atraído. Asthon descubrirá que guarda un enorme secreto que ella misma desconoce cuando se encuentre con la irresistible mirada de Caleb y no podrá luchar con la atracción y el instinto animal de lobo del único hombre capaz de hacerle perder la cabeza.
Leer másAsthonHoras más tarde, aún estaba despierta, más hambrienta que nunca y ahora temblorosa. Creí que sería fácil encontrar un refugio o alguien que me llevase, pero evidentemente estábamos más lejos de la sociedad de lo que esperaba, había caminado por horas sin encontrar una sola carretera. Lo único que lograba ver eran caminos escarpados, árboles y arbustos.Aunque fuera abyectamente miserable, pensaba que podría dormir al cobijo de un tronco caído junto a una enorme roca que formando una especie de cueva, que hacía las veces de refugio, todo era oscuridad hasta donde podía ver. Había tapado la improvisada entrada con helechos, sin embargo eso no me daba seguridad.—Ven a mí —escuché desde la distancia y mi corazón se detuvo durante un corto instante.Me puse en cuclillas enseguida, levanté la capa de helechos que cubría la entrada y observé, entrecerrando los ojos a las sombras. En la oscuridad a unos cuantos metros, c
Caleb—¡Esa pequeña y terca bruja! —Gemí, dejando salir por fin mi frustración luego de tirarme sobre una cama cómoda por fin. ¿Por qué me costaba tanto separarme de ella? ¿Y, jodidamente, por qué mantenerla a salvo era una completa odisea?Mientras me restregaba el rostro frustrado, Ziú apareció con una toalla envuelta en su cintura.—¿Entonces estas desesperado por volver a verla? —Alzó la cejas de modo cómplice.—¿Qué quieres, Ziú? ¿Por qué estás tan interesado en que reclamé a la chica?—Bueno, creo que para nadie es un secreto que entre ustedes hay algo. Nos arriesgamos para ir a buscarla en primer lugar porque insistías en que habías soñado con ella y no puedes negar que te mueres por
Asthon—Despierta, cariño.Parpadeé ante el susurro dulce en mi oído. Aunque no había manera de saber cuánto tiempo había pasado, un viento helado me corto la piel de las mejillas y la noche había llegado. Me incorporé suavemente y observé a la mujer que se encontraba parada junto a mi, esperando a que despertara.Era realmente hermosa y blanca como la nieve. Me miró con dulzura y señaló algo en la distancia.—Ya casi has llegado. El final de tu viaje —dijo estirando el brazo hasta dos monolitos de roca que se encontraban sobre una colina. —Penrhos Feilw. El portal que une los tiempos. Debes llegar allí para cumplir tu destino.Solo veía las estrellas sobre mí, pero el sonido familiar del viento meciendo las copas de los árboles y agitando suavemente los arbustos me d
—No podemos hablar con Elman. Estoy seguro que él también tiene intenciones ocultas, cuando Asthon abrió el portal. Vimos a Kay y Freya llegando al lugar donde fuimos atacados. —Contesté con urgencia.—Es posible, pero podemos protegerla, aún de su ambición. No me cabe la menor duda de que también la busca, si Asthon es en parte celestial su sangre puede ser la clave de todo.—¿Eso que quiere decir? —Preguntó Ziú.—Una sola gota de su sangre puede curar en instantes las heridas, su poder de regeneración supera en gran medida a la de los licántropos. —Tenía mucho sentido, su piel estaba casi tersa nuevamente. —Pero eso es lo menos sorprendente, su sangre puede ser la semilla para crear cualquier raza de seres oscuros, aumentar sus habilidades, curarlos de sus dolencias como la sensibilidad a la luz del sol y brindarle habilidades mágicas. En pocas palabras, Asthon puede ser la clave para proteger el orden y el equilibrio o puede s
CalebTodo se movía a mi alrededor de forma vertiginosa.—No pudo contralarse, es evidente que de no haber llegado la habrías encontrado seca —dijo Ziú apresurándose a ayudar a Víctor con su trabajo.—No —contesté a secas.Mi corazón dio un vuelco, de haber llegado unos cuantos minutos tarde, probablemente estaría muerta.—¿Crees que por alguna razón en especial? — Víctor me miró de reojo. La pregunta tenía varias intenciones.—No lo sé, evité comportarme como un carroñero que simplemente toma lo que quiere.Víctor permaneció mirándome un buen rato. Intentaba averiguar hasta donde había sentido algo especial con ella. Pero me mantuve sereno e impertérrito. No la había tomado, no quería ponerla en riesgo por no poder controlar mis impulsos animales. No sabía si era mortal de forma parcial.—No sigas torturándote, Caleb, entonces. No ha sido más que un desafo
CalebEl gritó desesperado estremeció el bosque. Dejé caer el cuerpo del drauger sin vida junto al de su compañero y corrí en dirección a donde provenía el alarido agonizante.Cuando llegué a lugar contemplé horrorizado que Nicolas estaba sobre Asthon con los colmillos clavados en su cuello. Había tomado su nuca para poder beber mejor y se encontraba extasiado, ajeno a todo lo que lo rodeaba.La furia me envolvió cuando comprendí lo que estaban haciendo aquellas bestias ladinas que nos habían dispersado, nos estaban distrayendo.Rugí, el sonido retumbó a través del bosque, luego rajé con mis garras los troncos de los robles, hendiéndolo en toda su longitud. Después clave mis garras en la espalda del maldito cerdo y se lo quité de encima de un solo golpe.Tom&eacut
AsthonNo podía decir que estuviera inconsciente, aunque por un corto periodo de tiempo , no tuve conciencia de lo que ocurría. Me «desperté», por así decirlo, al tropezar con una roca en la oscuridad, luego que Caleb me pidió correr sin mirar atrás cuando aquellas bestias de rostro humano llegaron en cuestión de minutos. Resbalé y me detuve en la hierba húmeda.Olfateé el aire. El fuerte aroma al bosque cuando estaba pronto a amanecer y un suave perfume de florecitas que provenía de una mata a mis pies.Me toqué la cabeza. No había dolor, ni una gran cantidad de sangre. Por lo tanto, era seguro que no me había golpeado la cabeza contra una roca como creí en un primer momento.Aunque si tenía el rostro magullado por las ramas de los abedules se me habían clavado en el pelo y me
CalebMuy cerca, marchaba agazapado en la oscuridad un escuadrón de 30 draugers hambrientos. Avanzaban en silencio a través de la niebla. Empuñando dagas de plata ancestrales. Con ojos atentos y músculos tensos. Algo recorrió mi cuerpo al reconocer el cabello corto de quien los guiaba.Nicolas Drago.Qué malnacido. No sabía porqué la buscaban, pero algo me decía que el motivo no era que Asthon fuera aparentemente la última de su especie, debía haber algo más, ¿pero qué? ¿Por qué era tan importante para todos tenerla? Desde que Asthon había puesto un pie en Yorkshire podía apostar que no era el único que se había dedicado a merodear en su búsqueda, sin embargo esto ya era sorprendente.Nicolas Drago era uno de los draugers antiguos, con el poder de controlar mentalmente no sólo a los mortales, si no a otros seres oscuros. Una sola gota de su sangre podía salvar a cualquiera de la muerte y podía entrar en cualquier me