Alessandro Black, fue nombrado como el alfa de su manada. Él decide seguir la tradición de su padre de involucrar a los humanos en sus negocios, por supuesto, con el cuidado de no revelar sus verdaderas identidades. Lo único que le hace falta es encontrar a su compañera de vida para ser feliz completamente. Amelia, es una humana que llega a vivir al pueblo de Chester; sin embargo, nunca se imaginó que Black era el mismo hombre que veía en sus sueños, mucho menos que fuera un cambiaformas lobo. Descubriendo así un mundo que nunca creyó que existiera. No obstante, en Chester no había registro que un alfa hubiera tenido un lazo con una humana, pero sin importar esto, ellos deciden estar juntos. Pero no todo es color de rosa, el mundo de los cambiaformas se verá en peligro por la intromisión de los humanos. ¿Realmente Amelia está destinada al alfa ? ¿ Podrán superar todos los obstáculos para ser felices por la eternidad?
Ler maisNarra Alessandro.
El timbre de mí alarma sonó, despertándome de mi sueño erótico con la mujer de ojos azules con la cuál soñaba últimamente, no tenía idea de quién era. Me quejé al ver el sol brillando a través de las ventanas de mi sala de estar. Tomé el teléfono y vi que ya eran más de las ocho. Me metí a la ducha y me bañe antes de ponerme uno de mis trajes. Luego bajé las escaleras para luego prepararme una taza de café y una tostada, después salí de mí casa, bajo mí pies estaba dos periódico (diarios), uno de estos era independiente, escrito por Robert Smith, un periodista entrometido con poca ética laboral, se encargaba de dejar a mal a todo tipo de empresas de mayor éxito, negocios locales y hasta exponer aspectos personales de ciertos empresarios. En muchas ocasiones ha solicitado una entrevista conmigo, pero ese hombre era un humano desagradable, además tenía que tener oculto nuestra existencia. Después subí al auto con dirección a mí empresa.
Una vez llegando me detuve en mi lugar de estacionamiento, apague el motor. Ingresé al edificio administrativo de Empresas Black, éramos una compañía especializada en recreaciones turísticas. El pueblo de Chester, era una zona altamente visitada dónde las personas podían encontrar buenos hoteles, museos, spa, restaurantes y actividades al aire libre. Mí padre antes de morir me nombró alfa, decidí seguir su tradición de involucrar empleados tanto humanos como cambiaformas Lobo. Algo que me ha funcionado muy bien, solamente debía procurar que nuestra identidad se mantuviera oculta.
—Hola señor Black—me saludó Esmeralda la recepcionista, ella era humana.
Cuando llegué a mí piso, vi a mí asistente Diana. Ella pertenecía a mí manada.
— Buenos días, señor Black—me saludó con formalidad, fuera de la oficina me llamaba alfa como todos los demás.
—Buenos días—respondí sonriendo.
Diana ha estado trabajando para mí desde que me converti en el nuevo alfa, nunca me ha defraudado. Jamás he conocido a una persona más organizada y eficiente que ella. Luego ingresamos a mí oficina, ella tomó su libreta para recordarme mis reuniones de hoy, algo que me provocaba estrés.
— ¿Estás seguro de que estás bien? —me preguntó preocupada una vez que finalizó.
—Estoy bien—gruñí, odiando la lástima y la preocupación que me estaba dando. Era el alfa de la manada. No había nada que no pudiera manejar, a pesar de que mi lobo se estaba volviendo completamente errático.
—¿Estás demasiado estresado? —interrogó.
—Algo—respondí.
No dije nada más solo di un gran suspiro. Pasé el resto de la mañana y parte de la tarde repasando algunos contratos, haciendo cambios sutiles. En ese momento recibí una llamada de mí beta Ian, respondí la llamada.
—Maximiliano ha sido arrestado por atacar a otro tipo—me informó.
Colgué la llamada realmente furioso. Esto no era lo que necesitaba escuchar hoy. Llamé a Diana para que veniera a mi oficina.
—¿Qué pasó?— preguntó mientras entraba y cerraba la puerta. Le conté lo que mi beta me había dicho.
—Esto no ayuda a tu estado de ánimo agitado —me dijo.
—No, seguro que no, pero tengo que irme, envíame todo lo que necesite hacer—le dije.
—De acuerdo—contestó ella.
Salí corriendo de mi oficina, estaba ansioso y cabreado. Ingresé a mí camioneta rumbo a la estación policial de Chester. Necesitaba detalles sobre lo que había sucedido y del por qué fue arrestado en primer lugar. Mí hermano era menor que yo, pero era demasiado impulsivo y no media su temperamento. Mas cuando se peleaban con algún humano. Tan pronto como llegué miré a mí hermana menor, estaba esperando que nuestro hermano fuera liberado.
—¿Qué paso Alexa?¿Estabas con Maximiliano?—interrogue.
Ella dio un suspiro y luego comenzó a hablar.
—Estaba charlando con mis amigas afuera de la tienda y con nosotras estaba Jonny—dijo, mencionando a su amigo humano—. Pero en ese momento Maximiliano llegó a recogerme, y al mismo tiempo paso por mí lado Aston y me beso—comentó—. Maximiliano para protegerme lo golpeó. Ya sabes cómo es él—relató. En ese momento me enfureci ella era mí hermanita y nadie podía tocarla, todavía no tenía la edad para apariciarse. Ahora comprendía la reacción de mí hermano, ya que le había dicho que protegiera a nuestra hermanita—.Solo fue un beso, algo estúpido a decir verdad— argumentó mí hermana para evitar que me metiera en problemas.
No le dije nada más, solo debía hablar con Gabriel Jones, el padre de Aston, él era uno de los cambiaformas lobos más viejos y era muy sabio. Después pagué la fianza y mí hermano salió libre. Los lleve a los dos a la casa de mi madre. Luego me fui a la mía. Cuando llegué me quite la ropa y me quedé en boxer. Ingresé a mí cama y me dispuse a dormir, necesita volver a soñar con la hermosa mujer de ojos azules y cabello negro como la noche que me suplicaba que la hiciera mía una y otra vez como todas las noches. No sabía porque razón soñaba con está mujer ¿Acaso ella era mi compañera de vida? Me preguntaba cada vez que tenía ese sueño. No podía decírselo a nadie de la manada, incluyendo a mí beta porque pensarían que estaba loco por tener esos sueños, fantasías apasionadas y vívidas llenas de sexo caliente y orgasmos múltiples.
Me relajé un poco y cerré los ojos, deseando volverla a ver en mis sueños.
Nota: Está es una historia corta. Espero sea de su agrado.
Megan se había mudado al pueblo Chester algunas semanas atrás. La vida en la ciudad era demasiado agitada y su doctor le recomendó un lugar con un ritmo más lento, aunque debía seguir tomando sus medicamentos para la ansiedad. El aire fresco de Chester y la tranquilidad, había hecho maravillas en su salud mental.La gente del pueblo era una historia diferente. Les encantaba mirar fijamente, incluso señalar, probablemente porque era nueva y apenas se aventuraba a salir. Al menos en la ciudad tenía el anonimato. Megansacó su receta de medicamentos, ya que se le habían terminado, y necesitaba comprar más, no tenía auto así que decidió caminar, la distancia entre su departamento y la zona comercial no era mucha, al momento de llegar a la zona notó que había una farmacia, un bar, una tienda de abarrotes y una librería.Era casi de noche, el aire estaba un poco frío, así que se acomodó su abrigo. Después de compra
Narra Amelia.—Vuelve aquí— grite corriendo detrás de mi hijo de cinco años que estaba saliendo de prisa por la puerta principal y cambiando de posición. Iba a tener un gran problema cuando su padre llegará a casa y, como un reloj, Alessandro se detuvo en el camino de entrada. Izan se detuvo y caminó de un lado a otro, esperando a su papá. No podía esperar para mostrarle lo que había aprendido, pero alguien podría haberlo visto.—¡Izan lo hiciste!—exclamó Alessandro al verlo en su forma lobuna.La cola de Izan se movió salvajemente, llena de orgullo—.Tu blusa está desabotonada—me dijo cuando estuvo cerca.Miré hacia abajo.—Oh, mierda—dije, estaba alimentando a Aurora y a Liam cuando Izan salió corriendo.—Izan entra ahora—le dije, un lloriqueo viene de mi pequeño lobo, pero tenía que aprender algunas cosas nuevas. En un segundo Izan estaba de la puerta.—Cambia de nuevo—le ordenó Alessandro, nuestro hijo lo hizo, mientras yo le &
Narra Alessandro.Estaba cara a cara con el tío de Amelia. No debería intimidarme, pero era el hombre que la había criado. Su tia miró su vientre al momento de llegar, para verificar si nos casabamos por otras razones y sí, Amelia iba a tener nuestro primer cachorro, todavía no se le notaba mucho.—Gracias por enviarnos el avión. No me hubiera gustaba perderme la boda de mí hija por nada en el mundo —dijo refiriéndose a Amelia—. La felicidad de Amelia es de suma importancia para mí. Sin embargo, estoy sorprendido, por todo el dinero que tienes, no le creí cuando me lo contó pero eso es bueno para cuando tengan hijos, su provenir es lo primero—agregó—Ah, hijo. Ahí estás — dijo mi madre, acercándose a nosotros.—Hola, soy la doctora Alanis Black, la madre de Alessandro. tu Debes ser Alberto el tío de la novia del que tanto he oído—se presentó mí madre, él le correspondió el saludo—. Amelia ha hecho un gran trabajo como vicepresidenta, ella es fabulosa, aunque
Narra Amelia.Días después..Estaba parada en medio del salón donde daría mí presentación como vicepresidenta de Empresas Black.—Hola a todos. Es posible que algunos de ustedes ya me conozcan como la prometida del señor Black. Soy una nueva en el área, pero eso no significa que no seré eficiente en mí trabajo. Espero de su apoyo para nuestra empresa continúe creciendo como lo ha hecho hasta ahora. El Pilar de todo esto son ustedes, sin su trabajo nada sería posible, gracias por ser parte de este magnífico sueño. Espero poder cumplir sus espectativas—agregue—.Las puertas de mí oficina siempre estaré abiertas a sus sugerencias, gracias—finalice mí discurso, unos aplausos se escucharon después.Luego de esto regresé a mí nueva oficina.***El día laboral pasó rápidamente. Me puse de pie y salí, vi a Alessandro que me estaba esperando. Una sonrisa se apoderó de mi rostro, pero mantuve la calma y caminé hacia él.—¿Estás lista?
Narra Alessandro.Corri de regreso a la casa para ver que la sangre en el piso ya habia sido limpiada y la ducha estaba funcionando. Amelia mí compañera sollozaba con fuerza. Agarre una toalla y la saqué de la ducha, cerré la llave del agua antes de llevarla a nuestra cama. Con ella en mi regazo, la dejé llorar.—Tenemos que irnos—dijo ella sintiéndose culpable por haber matado a Esmeralda. Esto siempre sucedía la primera vez, con el tiempo matar se vuelve una costumbre, pero ella apenas se había transformado y no sabía cómo lidiar con todo esto. Con nuestro mundo.Después de dedicarle unas palabras y decirle que lo que sucedió fue en defensa propia, se calmó. Ahora teníamos cosas que hacer todavía, así que ella comenzó a vestirse.Todavía tenía otro bastardo con el que lidiar. ingresé a la ducha y cerré los ojos por unos segundos, pensado en la mierda que tenía que hacer. Luego salí y me cambié rápido.—Lamento que tuvieras que matarla—le dije para con
Narra Alessandro.—¿Dónde está Maximiliano?—le pregunte a Ian mientras conducía mí todoterreno.—Está estacionado fuera de la oficina de Smith. Están esperando que sigas adelante con la situación —respondió.—Vamos, entonces.—dije—.Quiero que lo cojan desprevenido. ¿Tiene algún arma? —interrogue.—Al parecer tiene una—contestó.—Me lo imaginé—gruñi. Estabamos a solo quince minutos de su local. Me estaba cabreando que Smith hubiera jugado este juego—.¿Cual será su objetivo? —pregunte.—Quizás el bastardo solo tenía curiosidad. Tal vez no pretendía hacer ningún daño, pero fue testigo de todos los matrimonios y bebés repentinos y de la transformación de nuestra especie. Tal vez Jones tenía razón cuando dijo antes de tu nombramiento que era mejor mantener a los humanos fuera de nuestra vidas tanto como fuera posible. Les hemos dado la bienvenida a nuestro medio y ahora corremos el riesgo de exponernos —dijo Ian.—Lo se, pero recuerda que t
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