Adara Santoro
-¿Qué tal si vamos a recorrer? Podemos saber donde estamos ubicados al menos-dice Zaria
-¿Tu crees que podamos salir de acá?-pregunto
-Quizas, deberias de preguntarle a Hades
Los días iban pasando y cada vez más evitaba a Hades, pocas veces tenía que compartir la misma habitación que él ya que casi la mayor parte del día él estaba en la oficina mientras que yo pasaba el día con Zaria.
Hago una mueca ante ello ya que no me apetecía hablarle a Hades.
-No quiero dirigir la palabra hacia él-le digo a Zaria
-Es aburrido estar encerrada-hace una mueca Zaria
-Pero quizás pueda enviar a Stephen-sonrió de lado. Zaria sonríe de lado estando de acuerdo-. ¡Stephen!-llamo a mi guardaespaldas
Abren la puerta de la habitación y Stephen entra quedando de pie a unos pasos del marco de la puerta. Él era rubio y de ojos verdes, alto y fuerte.
-¿Se le ofrece algo, señora?
-No me digas así-me molesto-solo tengo dieciocho, pero no te llame para regañarte-me pongo de pie-podrías ir donde mi es