Mundo ficciónIniciar sesiónKira Santoro
Me sobresalté por el fuerte estruendo a mi alrededor y abro mis ojos confusa sin saber que pasaba. Parpadeo tratando de acostumbrarme a la poca luz de donde sea que estaba ahora mismo. Jasha estaba frente a mi cruzada de brazos mientras que una bandeja estaba frente a mí con algo de comer a medio de caerse de ella. —Come—me ordena —¿Perdona? Yo no recibo órdenes tuyas —Comete esa porquería porque no me sirves muerta de hambre —Prefiero morir de hambre a que comer esta basura—pateo la bandeja —Bueno princesita no te traeré el banquete que te sirven en tu castillo —¿Podrías dejar de llamarme princesita? —No princesita—sonríe burlón—. ¿Qué pasa? ¿Tu papito te llama así? —Eres un bastardo—le suelto —Y tú eres caprichosa. Ahora come y deja de hablar que me das migraña—patea la bandeja —Si tanta migraña te doy, ¿Qué haces acá? Envía a otro así no te veo la cara —No enviaré a nadie porque nadie sabe que estas aqui, al menos no los soldados que les pague para que te capturaron—admite —¿Nadie sabe que estoy aquí?—pregunto sorprendida. Juraba que esto había sido plan del Capo y no de Jasha. —Nadie, ni mi propio padre sabe—sonrie de lado—así que acostúmbrate a verme la cara. Ahora come o te meteré la puta comida en la boca. Empuja la bandeja hacia mi y miro lo que traía. Un sándwich a medio hacer que a simple vista contenía mayonesa, lechuga y algo de tomate, el pan parecía de hace días atrás. Las putas sobras me daba este imbécil. Agarró el sándwich y Jasha mira fijamente mis movimientos. Sin que se lo esperara se lo lanzó en la cara y el sándwich se deshace dejando sus ingredientes en el suelo. —Ve a darle tus sobras a otro porque yo no las quiero—le digo —Bien princesita, si quieres morir de hambre, hazlo porque yo no me haré cargo de nada más tarde—sale dejándome nuevamente sola en el oscuro lugar. Suspiro apoyando mi cabeza contra la pared. Vaya m****a me tocaba vivir. •••••••• Vuelvo a despertar unas buenas horas después, no sabía exactamente qué día era o qué hora era al menos, había perdido la noción del tiempo así que no tenía ni la mínima idea de que estaba pasando ahora mismo. Jasha entra por segunda vez y me agarra del brazo levantándome de golpe. Me tambaleó dejando que mi vista se ponga negra. La falta de alimentos y agua estaban haciendo sus buenos efectos. Me arrastra por un pasillo hasta salir al exterior. Analizar con rapidez mi alrededor. Las paredes eran de madera al igual que el piso, un sofá pequeño se encontraba en una pequeña sala. Las ventanas estaban selladas mientras que una pequeña cocina estaba separada de la sala. Jasha me empuja a un baño en mal estado y me arroja algo de ropa. —Duchate y quítate ese horrible vestido—mira con asco mi vestido totalmente sucio Cierro la puerta en su cara y dejo la ropa que me entregó sobre el váter. Me quito el vestido sintiéndome más cómoda al hacerlo. Entro a la ducha y enciendo la regadera. Apretó mis labios cuando el agua helada tocó mi piel pálida y sucia. No podía quejarme mucho, al menos me dejaba ducharme. Poco a poco fue cambiando su temperatura a una más cálida así que me duche con rapidez dejando que el olor a heces, suciedad, polvo y sudor salgan de mi cuerpo dejando un aroma más normal. Me sequé el cuerpo y cabello con una toalla y me coloco las prendas que me dio Jasha. Una camiseta vieja holgada con unos pantalones cortos que me quedaban algo grandes. Me miró al espejo y hago una mueca de horror al verme. El maquillaje lo tenía corrido mientras que mi rostro se empezaba a notar los huesos de mi mandíbula por la falta de comida. Estaba pálida y mis labios resecos, demasiado resecos tanto que estaban pálidos. Parecía muerta joder. Lavo bien mi rostro sacando el resto del maquillaje y al salir del baño Jasha me esperaba aburrido y cruzado de brazos. Me empuja a la pequeña sala y me lanza al sofá. —Un poco más de amabilidad no vendría mal, no soy un saco de papa—le reclamo —Amabilidad es lo menos que veras aqui—me responde —¿Siempre eres así de pesado o ahora lo estoy notando? —¿Tu siempre has sido así de caprichosa o solo ahora lo note?—contraataca —No soy caprichosa, que mi padre a pesar de todo su trabajo me haya dado de su atención no me convierte en una caprichosa —¿Segura?—pregunta—déjame decirte que tu compromiso con Jared fue un capricho tuyo. —Si lo fuera, ¿Qué tiene de malo? ¿En que te afecta en ti que yo me case? —En nada—se ríe—seguramente le habrías quitado un buen peso a tu padre. —Quien sea la mujer que toque estar contigo el resto de tu vida tendrá mis mayores condolencias porque eres un maldito idiota—le suelto molesta —Y tu una caprichosa princesita—se cruza de brazos y se acerca a mi—. ¿Dónde está tu padre actualmente? —¿Qué te hace creer que traicionaria a mi propia familia, a mi propio padre?—le pregunto —Si lo haces podrías salir viva —Prefiero morir antes que traicionar a toda mi familia—sentencio —Que agallas—se burla—veamos si eres así con un poquito de mano dura Agarra una cuchilla y clava la punta en mi piel, no paso mi piel pero sabía que si Jasha ejercía un poco se presión lo haría. —¿Vas a decirme? —No—niego—. Vamos, ten los huevos para hacerme algo, sabes que mi padre te hará pasar las peores últimas horas de tu vida si lo haces. —No me interesa lo que me haga tu padre—se ríe mientras mantenia la cuchilla en su lugar —¿Ah no? Vale, pues hacelo. Clava la maldita cuchilla—lo reto Jasha me mira fijamente con su mandíbula tensada. Su mirada verdosa estaba llena de ira por no rendirme a él. Sonrió de lado provocando aún más. Lanza la cuchilla a la pared provocando que se clavara en ella y me mira fijamente. —Debes de agradecer que no me gusta golpear o hacerle daño a una mujer—me señala —¿Qué quieres que haga? ¿Me arrodillo y te agradezco?—lo provoco aun más —Si vas arrodillarte a mi que al menos sea para chuparme la polla—sonrie de lado —Prefiero morir antes de chuparte la polla—le aseguro Jasha agarra mi brazo y me arrastra hacia donde estaba. Me deja ahí nuevamente a solas y suspiro molesta mientras que me sentaba en el sucio y sudoroso suelo.






