Punto de Vista de Gavin
—¿Has pensado en mi oferta? —preguntó Zachary al entrar en su oficina.
No se molestaba en palabras amables; era de los que iban directo al grano. En ese aspecto, a veces me recordaba a mi padre. Lo había perdido hace tantos años que casi olvidé qué clase de hombre era... aunque, siendo sincero, quizá nunca lo conocí realmente. Sin embargo, Zachary me lo recordaba, y todavía no sabía si eso debía tranquilizarme o preocuparme.
Hubo un tiempo en que nuestras familias estaban unidas, en el que mi papá y él eran inseparables, y yo pasaba mis días con Noah, su hijo. Pero después, todo se vino abajo, nuestros padres dejaron de hablarse, se rompieron los lazos de golpe y desde entonces, no pude volver a ver a Noah.
Me senté frente a su escritorio, rodeado del mismo ambiente cargado de siempre: madera oscura, cortinas pesadas y estantes que mostraban poder sin esfuerzo.
—Sí, lo pensé —dije al fin—. Pero sigo sin entender por qué te obsesiona esta alianza con la Fundación