Mis ojos se agrandaron mientras lo miraba.
—¿¿Por eso regresaste?? —pregunté, casi dolida—. ¿Para asegurarte de que Lukas se mantuviera alejado de mí?
—Esa no es la razón por la que regresé —corrigió Gavin—. Siempre estuve planeando estar aquí... solo fue una coincidencia feliz.
Sus palabras hicieron reír a Irene, pero se levantó cuando otra persona se nos unió. Sonreí cuando la vi ser envuelta en un abrazo cálido desde atrás, y la vi derretirse completamente.
Gavin puso los ojos en blanco, pero no evitó que sucediera.
—¿Te estás comportando? —murmuró una voz baja, enviando vibraciones a través del cuerpo de Irene, asumo porque tembló mientras sus mejillas se sonrojaron.
—Siempre —bromeó, inclinando la cabeza hacia un lado para darle mejor acceso a la nuca de su cuello. Plantó un beso justo en el lugar que planea marcarla una vez que termine esto de la boda, o eso me ha dicho.
—Te ves bastante apuesto, Chuck —le dije al compañero de Irene, quien me miró y sonrió.
—Odio los trajes, pero