Punto de Vista de Judy
—¡Gavin, viniste! —casi grité mientras lo rodeé con mis brazos; 8 días sin mi compañero habían sido brutales. Lo había extrañado tanto que dolía. Las lágrimas brotaron en mis ojos, y no tenía nada más que culpar que a estas malditas hormonas del embarazo; habían estado tan mal hoy... peores de lo que habían estado nunca, y asumo que fue porque finalmente salí.
Gavin me sostuvo, su rostro enterrado en mi cuello, enviando ondas de calor a través de mi cuerpo con cada respiración que tomaba.
—¿Pensaste que me perdería esto? —preguntó, alejándose ligeramente para mirarme.
—Pensé que estarías demasiado ocupado para regresar —admití—. Sé que Chester te quería como su padrino de honor, pero has estado tan ocupado atendiendo el territorio de Levi, no pensé que regresarías tan pronto. Estabas programado para regresar la próxima semana.
Presionó sus labios contra mi frente.
—Quería sorprenderte —admitió—. Nunca me perdería esto, además ningún hombre tiene permitido caminar