Me sentí enferma del estómago al punto de pensar que iba a vomitar.
—¿Por qué alguien querría drogarme? —Mi voz salía ronca y desconocida.
—Taylor me dijo que creen que fue por Daisy Baldwin... —explicó, cruzándose de brazos.
—¿Qué tiene que ver Daisy con todo esto?
—Ella fue quien robó la Gema Lunar y la envió a la subasta. Le pagó Alfa Levi, pero creen que también la sobornaron de otras maneras...
Puse mi mano en mi vientre.
—Fue una condición... —susurré. No era una pregunta porque ya sabía que lo que estaba diciendo era un hecho—. Quería que tanto yo como el bebé desapareciéramos... esa fue su condición para Levi. Por eso estoy aquí... Todo es culpa de ellos.
—Lo siento mucho —dijo Eliza suavemente, bajando la mirada—. Si no hubiera llegado cuando llegué... —Su voz se desvaneció, incapaz de terminar esa frase.
—Salvaste a mi bebé y a mí —dije, mirándola, con lágrimas brillando en mis ojos—. Gracias...
Me envolvió en sus brazos y me abrazó fuerte.
—Nadie va a lastimarte otra vez. Le