Punto de Vista de Judy
—No puedes decirme a quién puedo y no puedo ver, papá —le dije, con los brazos cruzados sobre mi pecho. Usualmente soy obediente y típicamente no le contesto a mis padres, pero en este punto, estaba furiosa. Mi padre había cruzado seriamente la línea y luego tuvo la audacia de colgarle a Gavin Landry, el Licántropo presidente más poderoso del mundo.
Tiene suerte de que Gavin no esté irrumpiendo por su puerta y arrancándole la cabeza de los hombros mientras hablamos. Mi padre aunque parecía imperturbable y me devolvió la mirada con la misma expresión terca en su cara, sus propios brazos cruzados sobre su pecho. Sus ojos entrecerrados y sus labios presionados en una línea delgada.
—Creo que esto es mucho para que podamos lidiar —intervino mi madre, poniéndose de pie—. Creo que necesitamos tomar algo de tiempo para pensar en las cosas.
Lágrimas punzaron la esquina de mis ojos, pero las parpadeé para alejarlas.
—Necesito ir a caminar —finalmente anunció mi padre desp