—Asegúrate de que también pueda continuar con su negocio. No quiero que tengan que preocuparse por nada —ordené.
—Sí, señor —Taylor, podía escuchar la sonrisa en su voz; me hizo poner los ojos en blanco mientras terminé la llamada sin decir otra palabra.
Me senté en el bar del resort, bebiendo whisky, pensando en mi último encuentro con Judy. Prácticamente podía saborearla en mis labios todavía y mi miembro se contrajo en mis pantalones solo de pensarlo. Mañana era el último día de la competencia; mañana determinaría al ganador. Aunque ya había tomado mi decisión; iba a pedirle que estuviera en la fuerza de Élite de mi manada, ganara o no. Más que se había ganado su lugar en la fuerza y no iba a permitir que trabajara para nadie más. Especialmente no para Levi.
Una presencia a su lado lo hizo congelarse y se volteó para ver una figura familiar sentada junto a él, su cabello rubio rizado cayendo alrededor de sus hombros y enmarcando sus facciones mientras le sonreía. En lugar de sentir