Capítulo 33
Minutos antes
Me duele…
Me duele tanto la cabeza que me es casi imposible abrir los ojos, mis hombros, espalda y estómago me arden por la golpiza que Handrika me propinó antes de encerrarme en este lugar. Intento colocarme en pie, pero mis piernas no me responden y entro en desesperación. Coloco las palmas de mis manos sobre el suelo áspero y como puedo logro abrir mis ojos.
Todo a mi alrededor comienza a dar vueltas, así que me arrastro dolorosamente hacia la entrada, sin embargo mi corazón comienza a latir con desespero en el justo momento en que la silueta de Mauricio apareció delante de mí. Sus pies se detuvieron a unos cuantos pasos de donde yo me encontraba inmóvil y temblorosa. Una sonrisa ladina brotó de sus labios, paralizándome así rápidamente.
—No te atrevas a tocarme… —Declaré con mi voz