¿Sabes lo que es perder todo? ¿Absolutamente todo lo que tenías y conocías? ¿Perder a la única familia con la creciste? ¿Quedar en la calle a los doce años? ¿Sabes lo que es sentirse vulnerable a todo momento porque no sabes lo que te espera a la vuelta de la esquina? Yo si lo sé a la perfección. Lo he vivido en carne propia. Era una niña feliz, con un padre amoroso que era también madre a la vez, era mi guía en el mundo, mi apoyo, mi mejor amigo. Pero mi mundo se derrumbó cuando vi como lo asesinaban en sangre propia sin piedad, sin que los dedos le temblaran por ese acto. Recuerdo cada segundo de ese día como si lo estuviera reviviendo una y otra vez desde entonces. Y me prometí una cosa solamente, quitarle a la persona responsable de la muerte de mi padre todo lo que poseían, su dinero, su familia y dejarlos en la miseria como lo hicieron conmigo al dejarme indefensa en esta ciudad de , en Chicago. Y solo puedo lograrlo llegando a él primero. A Evan Hamilton. Evan Hamilton pagara por lo que su padre ha hecho. La familia Hamilton pueden ser tu salvación o tu peor pesadilla.
Leer másBaje las escaleras dando saltitos, apresurándome para llegar al gran comedor, las tripas me reclamaban que necesitaban carbohidratos con urgencia. Había dormido casi toda la tarde una buena siesta, papá odiaba eso, pero este día en especial me dejo descansar de la escuela que me estaba torturando. Hoy era mi cumpleaños número doce, no había pastel, globos ni nada de esas cosas por el estilo, desde que mamá murió los cumpleaños, día del padre, día de la madre, y cualquier festividad queda fuera de nuestro calendario, no festejábamos nada. Lo pasábamos como un día normal y corriente. Por lo tanto hoy solo cenaría y me iría a la cama de nuevo, mientras más rápido pasaran las horas y acabara este día sería mejor para los dos.
Me detengo en seco cuando de pronto oigo un fuerte golpe proveniente de la cocina, la sangre me helo.
¿Papá estará tomando otra vez?
¡No, no!
Él se había mantenido sobrio por muchos años, no volvería recaer de nuevo. Entonces, ¿Qué fue eso?
Otro golpe.
Un grito.
No había nadie en la casa, además de papá y yo. Malia, la ama de llaves y Ross, el chofer de papá ya se habían marchado desde hace rato, después de las cinco de la tarde papá ya no los necesita y los deja marcharse temprano. Tomando todo el coraje que tenía camine hacia la cocina, abrí la puerta sigilosamente y de mis ojos de inmediato comenzaron a brotar las lágrimas.
Alguien estaba golpeando fuertemente a mi padre en el rostro, él no podía defenderse, estaba como…¿dormido?
No.
No lo estaba.
Como si él supiera que estaba cerca, volteo su rostro pegado a la mesada de mármol.
Sus iris me mostraron miedo.
¿Qué debía hacer?
Papá me hizo una señal para que me fuera, pero mis pies no me respondían. Mi cuerpo no me respondía.
Me encontraba congelada.
¿Qué estaba pasando?
¿Por qué estaban golpeándolo?
¡Quiero defenderlo! ¡Quiero ayudarlo! ¿Por qué no puedo hacerlo?
Sus ojos se abren y miran por encima de mis hombros, no pude darme la vuelta cuando ciento una manos cubriendo mi boca. Entonces reaccione pataleando a quien sea que me haya tomado, no pesaba más de cuarenta kilos, era una m****a, no podía hacer nada.
Ni siquiera gritar.
—Se una buena niña y te prometo que te dejare vivir —me susurro con un tono tenebroso.
Mi pecho subía y bajaba a toda velocidad. Quebré en llantos mientras continuaba tratando de liberarme.
—Quédate quieta, mocosa —esta vez no fue un susurro, estaba vez fue un grito en el oído que casi me deja sorda—. ¡Mike!
¿Mike?
¿Quién es Mike?
Un hombre corpulento con una media negra cubriéndole la cabeza salió de la cocina y se detuvo en el marco de la puerta, no dije nada. Se nos quedó mirando a ambos un minuto entero.
—¿Qué hacemos con esta? —pregunto el que me tenía sujetada.
—¿Qué hacemos de qué? ¡Nada! ¡Es una niña! ¡Noquéala y déjala por ahí, no se te ocurra irte de mano, Don!
—¡Nina, te amo! —el grito desgarrador de mi padre desde la cocina me hizo llorar más fuerte.
Necesitaba soltarme.
—¡Quiero ir con mi papá! —Grito pataleando con más fuerza—. ¡Papá!
—Claro, si quieres verlo morir, que así sea entonces —otra vez un susurro.
Don.
Él me tenía sujetada.
Él fue quien me llevo hasta donde estaba Mike. Pero se interpuso en la puerta deteniendo con una mano en el aire.
—¿Estas drogado, Don? ¿Sabes lo que nos hará el jefe si se entera que hemos traumado a la niña?
—No se va enterar de nada. Y cualquier cosa la matamos y ya. ¿Quién la va a reclamar? Te recuerdo que no tienen a nadie además de sus empleados.
—¡Es una niña!
—Y yo un hombre trabajador, que quiere que todo salga a la perfección.
Don empuja a Mike.
Mi padre seguía siendo golpeando brutalmente por otro sujeto.
—¡Basta por favor! —suplico—. ¡Papá vas a estar bien! ¿Me escuchas? ¡Basta por favor! —repito con los ojos clavados en mi padre.
No se movía.
—¿Papá? ¿Papá? Por favor, papá…
Y súbitamente sentí como mi rostro y mi ropa estaban salpicados de sangre antes de procesar el disparo.
Mi corazón se detuvo.
Mi respiración se cortó.
—¿Querías ver a tu padre, niña? Pues bien, aquí lo tienes.
No distinguía de quien provenía la voz. El sonido de la bala se estaba reproduciendo en mi mente mientras veía el cuerpo de mi padre sobre la mesa con los ojos abiertos par en par. Su pecho no se movía, sus ojos tampoco.
¡No!
EPÍLOGO—¡Hola! ¡Aquí estoy, para charlar contigo y decirte todo lo que ha ocurrido! Te voy a contar como ha ido todo desde entonces —me acomodo en el suelo—. Primero, Nicholas ha encontrado a una mujer extraordinaria, al principio lo negaba porque pues decía que ya estaba viejo para el amor y otras cosas más. Pero finalmente aceptó que quería tener una relación formal y ser una persona normal en mucho tiempo de estar encargándose de salvar vidas a escondidas. Es un gran hombre, y se merece una enorme felicidad.>>Luego, mi amiga Carly y su hermana Callie, se marcharon definitivamente a la ciudad de México. Llore como magdalena cuando me despedí de ellas en el aeropuerto, las personas que estaban ahí se detuvieron al ver el mar de lágrimas que era yo, pero no me daba vergüenza igualmente. Hablo con ell
50PERDÓN Callie quien fue que ayudo a James a llevarse a Evan como a mí, quedó libre de cargos puesto que ella no sabía hasta donde llegaría su padre. Como tampoco sabía que este era un criminal oculto. James nunca la mencionó como una cómplice, y para ser honesta, no lo era del todo. Si ella hubiera sabido antes lo que James tenía planeado, con seguridad hubiera llamado a la policía. —¡Hola, Nina! —no me miraba a los ojos. —¿Cómo estas, Callie? —Lidiando con la prensa últimamente. —Siento eso. —No hay problema, puedo manejarlos. Hay un silencio que dura hasta que Callie vuelve a hablar. —Yo debo pedi
49TE AMOEl destino tiene formas extrañas de cruzarnos en el camino de quien un día vamos a enamorarnos, yo misma lo comprobé. Mi vida era un desastre, no había luz, no encontraba paz dentro de mí, y es que vivir desde pequeña tanto era algo que dejaba a tu cuerpo y a tu mente destruida. Pero entonces entre tanto caos y confusiones, lo encontré a él. Con sus hermosos ojos azules, con esa boca tan provocadora que te dan ganas de besar hasta que el aire diga basta, y estrecharte entre sus brazos para sentir esa paz que tanto ansias. Así me sentía con Evan Hamilton. Después de que Evan saliera del hospital, no quiso irse a casa de su padre ni a su apartamento para recuperarse, se negó totalmente a eso. Lo único que quería era ir a quedarse dentro de mi pequeño apartamento que since
48EL PRINCIPIO DEL FINAL: PARTE 2—¿A dónde se lo llevan? —grito, cuando los dos sujetos que golpeaban a Evan lo tomaron por cada brazo arrastrándolo hasta una puerta, luego de que cerraran esta ya no podía saber que estaba sucediendo con él—. James, ¿qué harán con él? —Preocúpate por ti, Nina —y por otro lado James me llevaba a un lugar incierto—. Tenemos que salir de aquí sin que nadie se dé cuenta de ello. —No quiero irme contigo a ninguna parte —forcejeo—. Quiero ir con Evan, James. Déjame ir con él por favor. Si quieres escaparte hazlo sin mí, solo seré un estrobo. Él no me dijo quien había venido a por nosotros, pero estaba completamente segura de que se trata
47EL PRINCIPIO DEL FIN: PARTE 1Ansiaba correr hasta donde Evan estaba, pero con las manos de James sosteniéndome con fuerzas era imposible. Lo miraba y mi corazón se destrozaba con cada gota de sangre que caía al suelo, me enfurecía ver como aquellos hombres lo habían torturado. —Vamos a hacer algo —dice James, alejándome de la vista de Evan—. Opte por traértelo como obsequio, para que veas que no soy tan malo como piensas, hija. Hija. Hija. Odiaba esa palabra de su boca, lo aborrecía. Él no tenía el menor derecho de llamarme de esa forma, no soportaba que lo hiciera. —Esto va a salirte caro, te lo juro —escupi, lo más friamente posible para que entendiera cuanto lo dete
46NO BUSQUES PORQUE LO ENCUENTRASMi cabeza se sentía igual de pesada que diez ladrillos juntos, sentía mi cuerpo flotando en el aire. No comprendía que es lo que sucedía, quiero llevar mis manos a mi sien para masajearme, era lo único que podía hacer. Pero no fue posible.Me costó demasiado recobrar el sentido para darme cuenta que me hallaba dentro de un vehículo, sentada en la parte del copiloto con mis dos manos atadas por delante con una soga, el nudo de esta parecía haber sido hecha por un profesional. Mis muñecas dolían tanto que solté un jadeo cuando las muevo apenas para intentar deshacerme de ellas. Dejo el intento, miro la carretera vacía, y extrañamente el sol era abrumador, en mi mente llega la oscuridad anterior, y luego…James.Me aterraba mirar a mi costado.Pero lo hi
Último capítulo