93. EXILIADAS DE CRIMSON RAVEN
NARRADORA
Salí del despacho y me quedé pensativa en el pasillo.
Las cosas habían cambiado en la mansión, la servidumbre fue reemplazada por gente que no conocía, incluso la enfermera de mi madre fue despedida a pesar de mis protestas.
La respuesta que me dio Owen es que estas nuevas personas eran más confiables y preparadas en la lucha, por si algo sucedía.
Sentía que, a pesar de sus buenas actitudes, nadie me respetaba realmente.
En cuestión de días, la manada había sido controlada por la corona.
—¿Ves? Te dije que te bajaras de tu pedestal de Luna, que te iba a durar bien poco —me tensé de repente al escuchar la voz de esa mujer.
Subí la cabeza para encontrarme en la escalera a nada más y nada menos que Winifred.
—¿Qué haces libre? Ordené expresamente que te mantuviesen prisionera —la ira bulló en mi interior al ver su rostro de arpía.
Al final no pude sacar nada en claro de ella, pero estaba tranquila al saberla encerrada.
—¿Ordenaste? ¿Y tú quién eres para ordenar nada? Pft —bufó