118. QUE TENGAN CUIDADO CONMIGO
NARRADORA
—Aquí… aquí está…
La memoria fue arrebatada de su mano temblorosa por Grayson.
—¿El computador?
—Sobre la mesita de la cocina —dijo en voz baja.
Lo vio marcharse y, por supuesto, no lo siguió.
Se quedó de pie, mirando nerviosa a la salida y luego a Owen.
“Nieto, te lo suplico por tu madre, ¡no me dejes en manos del Alfa Hunter! ¡Él va a asesinarme!”
Le pedía implorante a Owen mientras se movía poco a poco hacia la puerta de entrada.
Confiaba aún en el corazón blando del Alfa.
“Me usaste, abuela. Permitiste que ese hombre nos manipulara, como mismo utilizaron a mamá para vigilar a Grayson.”
Winifred tragó en seco. Lo sabía, ese lengüilargo del secretario al final las delató.
“¡No tuvimos opciones! ¡El Consejero nos amenazó! Owen, no me vas a ver más, por favor… me iré, me iré lejos.”
Winifred no podía seguir perdiendo más tiempo. Grayson estaba entretenido en la cocina.
Este era su momento.
Corrió hacia la puerta, arriesgándolo todo.
Apostando a que Owen le daría una bre