NARRADORA

Ya era el día siguiente desde que Winifred se había instalado.

Por su estatus en una de las manadas más importantes de la zona, todos la trataban con respeto.

Al final, el Alfa sí se enteró y le ofreció una de sus casas vacías, y dentro del círculo de protección.

Era de noche cuando Winifred estaba sentada comiendo.

Pensaba en cómo obtener de manera sutil alguna información de lo que sucedía en Crimson Raven.

Un ruido en el patio la hizo sobresaltarse y levantarse de golpe.

Caminó ansiosa hacia la puerta trasera de la cocina, mirando por el cristal hacia el patio y el bosque exterior.

La brisa casi no corría. Olfateó, pero no tuvo nada en claro.

Sin embargo, un muy mal presentimiento atenazó su corazón.

Salió afuera y caminó unos pasos, alerta.

¡BAM, BAM!

Dio un salto cuando el estruendo se escuchó de nuevo.

Pero sus ojos se fijaron en las tapas metálicas de los latones de basura.

Había dos mapaches robando de los desperdicios.

Winifred quiso dar un suspiro de alivio que se