—¿Qué es lo que dice, señora? —protesta Ned con una voz sorprendida.
—¡Lo que escuchaste! —le digo molesta, acompañado de una mueca de dolor por la herida.
—Sí, señora, sí la escuché, pero necesito tener más contexto para poder entender lo que me está diciendo —menciona Ned y su impertinencia me colma la paciencia, pero necesito de él para que me ayude.
—Hoy tuve un pequeño percance y he tomado la decisión de quitar de una buena vez a mi prima del camino.
—Pero si está consiente de que si el señor Borbón se da cuenta de lo que estamos tramando, nos cortará la cabeza a los dos —me pregunta con una voz bastante dudosa.
—Claro que lo sé, pero no creas que soy tan idiota como para atacarla en este momento; esperaremos un poco a que todo esto se calme para llevar a cabo mi plan —digo con calma porque sé que si en este momento hiciera algo contra ella, sería lo muy obvio y lo mejor es esperar.
—Oigo seguridad en su voz; dígame qué es lo que necesita.
—Contrata sicarios decididos a