—No sé por qué ese hombre está tan interesado en Mia; eso es algo que no logro entender. Pero lo que sí sé es que todo este desastre fue debido a Tania —agregó Nicola, pero sigo sin entenderle.
—Explícate.
—Verás, hace meses le ayudé a idear un plan para que la obsesión del señor Borbon cambiara y así ella pudiera ser libre para irse conmigo —menciona mientras que lo examino de pies a cabeza.
—¿En qué consistía ese plan?
—En encontrar a una mujer lo suficientemente leal a ella o lo suficientemente tonta como para tener intimidad con él, sin que supiera lo ocurrido con tu hermana —hace una pausa, esperando que no haya dicho algo que pueda molestarme.
—Continúa.
—Después se tomarían pruebas de la infidelidad para mostrárselas al señor Baltasar y así él pudiera reclamarle a Félix Borbon para poder llevar a cabo ese divorcio —dijo con calma. Porque creo que en este punto ya sabes lo ambicioso que puede ser el señor Mercier.
—Lo sé —confirmó—. Pero lo que sigo sin entender es