Todo su alrededor dio vuelta y cerró los ojos esperando el golpe en su espalda y cabeza, pero este nunca llegó. Al abrir de nuevo sus ojos se encontró con la sorpresa de que Ethan había detenido su caída.
—¿Te encuentras bien?
Serena asintió, aun procesando el susto.
—Vaya, creo vinieron hacer mucho más que dejar platos, ¿no? —Daniel aplaudió con ironía al ver la escena. Ethan ayudó a Serena a ponerse de pie.
—No es lo que piensas, Daniel… Yo…
—Como sea, no me importa.
Ethan no dijo nada al respecto, ya iba conociendo como era su cuñado. Lo extraño era como Daniel lo miró al estar con Serena. Lo que lo hizo dudar por un momento.
—Bueno, tengo que irme, ya es tarde. Nos vemos mañana, Serena. Prepárate, tendremos un viaje largo. Daniel, también te veré a ti. —Ethan dijo, mirando como Daniel le daba la espalda y no le respondió.
—Gracias por todo. Cuídese… —Ethan le dedicó una mirada de reprobación y Serena cambió la palabra—. Cuídate, Ethan.
Daniel apretó los puños al escuchar la intera