Jane
Marius tenía los ojos rojos, sanguinarios, los colmillos brotando, y cuando Tristan tuvo la estupidez de aparecer y poner la mano en mi hombro, él avanzó.
Conseguí sair de delante a tiempo, mientras Marius se lançaba violentamente sobre Tristan.
Cayeron en una pelea brutal de puñetazos, hasta que Marius lo dominó por unos segundos, montándose sobre él y descargando varios golpes contra su rostro. La diferencia de peso y altura entre los dos era enorme; Tristan era más joven que yo, apenas un adolescente — cruel y perverso — pero un adolescente.
Marius lo golpeaba una y otra vez, hasta que la sangre comenzó a salpicar por todos lados, y yo me llevé las manos a la cabeza. ¡Oh, por la diosa! También eran hermanos…
¿Qué deveria hacer? Marius iba a matarlo, y entonces yo nunca descubriría más sobre mi pasado.
Antes de que pudiera moverme, Tristan logró — de un modo increíble — empujar un poco a Marius y rodar hacia un lado, levantándose enseguida con los puños en alto.
Tenía la