—Bueno, tampoco soy un fantasma para que me mires así —una pequeña sonrisa salió de sus labios.
—Creo que es hora de irme —murmura Damián—. Compraré unas pizzas para más tarde ¿Te quedas? —pregunta mirando a Milena.
—Si, acabo de decirle a mis padres —sonríe
—Perfecto. Ahora me voy a ver a Chris un rato
—¿Vas ahora porque mi tío comienza su turno? —ella levanta una ceja divertida.
—Exacto, eres inteligente —responde con una carcajada—. Primita, nos vemos luego —me mira