Bianca, el Cierre de un Ciclo
El 24 de febrero amaneció con un sol radiante, como si el cielo supiera que aquel día iba a llegar una nueva luz a la vida de Ismael y Carolina. Desde temprano, la casa estaba en calma, aunque la emoción y los nervios flotaban en el aire. Ismael, que había pasado los últimos meses preparándose meticulosamente para este momento, revisaba por última vez la maleta con las cosas para el hospital, a pesar de que ya lo había hecho al menos diez veces.
—Eres un exagerado —bromeó Carolina desde la cama, con una sonrisa cansada pero radiante.
—Prefiero estar preparado que correr a último momento —respondió él con una seguridad que le había costado años de paternidad adquirir.
Y lo estaba. A diferencia del primer embarazo, donde todo había sido un torbellino de dudas y miedo a lo desconocido, esta vez Ismael había leído todos y cada uno de los libros que le recomendaron, mucho más actualizados que aquellos que consultó cuando esperaban a los gemelos, Daniel