Capítulo : No Todo lo que Brilla es Oro
Los días en la empresa comenzaron a tomar un giro extraño. Lo que había empezado como una etapa de crecimiento profesional y personal para Ismael y Carolina, de repente, se vio empañado por pequeños detalles que no pasaron desapercibidos para ella.
Desde que Verónica había salido de licencia maternal—obligada por Emanuel, quien prácticamente le confiscó la computadora para asegurarse de que no trabajara desde casa—las responsabilidades de su puesto quedaron vacantes. Y Emanuel no tardó en tomar una decisión importante: quería que Ismael subiera de puesto.
—Hijo, ya llevás casi un año en el área de contabilidad, has aprendido muchísimo y me enorgullece cómo manejaste todo —le dijo una tarde en su oficina—. Pero ahora necesito que des un paso más. Necesito que tomes el rol de Verónica en la empresa.
Ismael abrió los ojos sorprendido.
—¿El rol de Vero? —preguntó, aunque ya intuía a lo que se refería.
Emanuel asintió.
—Sí. No como asistente personal