Capítulo La Primera Gota de Celos
Carolina se había adaptado rápidamente a su nuevo rol como asistente de Ismael en la empresa. A pesar de los nervios iniciales, las primeras semanas transcurrieron sin contratiempos. Ismael era un maestro paciente, detallista y atento, siempre asegurándose de que ella entendiera cada proceso y cada decisión. La manera en que la apoyaba y guiaba hacía que Carolina se sintiera más segura de sí misma. Además, aplicaba mucho de lo aprendido en la universidad, lo que la motivaba aún más.
—Gracias, Isma. De verdad, me hacés sentir más capaz de lo que pensaba —le dijo una tarde mientras revisaban unos informes.
—Vos sos capaz, Caro. Yo solo te estoy mostrando el camino —respondió él con una sonrisa que iluminaba la oficina.
Carolina no pudo evitar sonreír. Ismael parecía disfrutar tanto como ella de trabajar juntos, y eso hacía que las horas en la empresa pasaran volando.
Un día, mientras Carolina estaba en el comedor de la empresa, esperando a Ismael para a