- Estás loco... Sabes que yo no hice eso. – dije, incrédulo, con voz débil, sintiendo que mi corazón quería salir de mi pecho.
- Irina era cardiaca... No podía sufrir emociones fuertes. Así que... Viniste aquí y dijiste todo, aunque dije que no deberías hacerlo. ¿Cómo pudiste hacerle eso a la mujer que te acogió como una hija toda su vida? – Mauricio fingió tristeza.
"Traté de parar..." Michelle me miró a los ojos. Pero no me has oído. Estaba seguro de que si supiera la verdad, moriría. Por eso nunca se lo dije.
- Eres... asqueroso... enfermo.
- Siempre tratamos de ahorrar a Irina, sabiendo de sus condiciones de salud. Mi madre insistió.
- Entonces... Nunca tuviste nada en tu corazón. El examen que falsificaste era de Irina. dije, desconcertado.
"Sí…" confirmó ella, sin pensarlo dos veces, sin mostrar ningún tipo de resentimiento o culpa.
Michelle Miller era una persona sin corazón y sin sentimientos de ningún tipo. Alguien que mintió y trató de destruir a su propia hija en nombre de