ROSARIO GARCÍA
Han pasado tantas cosas entre Daniel y yo que he dejado de pensar por completo en Ricardo. Él me ha acompañado y apoyado en varios momentos y eso solo ha logrado que escuche más su voz, que lo observe más a detalle y que fantasee dormida y también despierta con que ocurra algo entre nosotros.
Creí que me enviaría a rezar cuando lo besé por primera vez, pero eso no ocurrió. Luego pensé que me haría algún exorcismo por masturbarlo, pero eso no pasó.
Llegamos al momento donde me volví atrevida, aún más, al practicarle sexo oral. Escucharlo gemir fue música para mis oídos.
Anoche fue la vez donde llegamos al punto máximo y lo sentí dentro de mi. Para mi fue la gloria, aunque me quedé con ganas de mucho más. Saber lo que se sentiría poder haber creado naturalmente a Christian era una duda con la que no podría haber vivido mucho más tiempo.
Mirar a Daniel desnudo hace que sienta que es un pecado que alguien tan bello sea sacerdote y más con tremenda bendición qu