ROSARIO GARCÍA Voy en un automóvil costoso junto al sacerdote que asegura ser el padre de Christian. Tenía la esperanza de que todo fuera una broma de mal gusto, pero no lo es. Me sorprendió ver un asiento de seguridad para mi hijo y aún más que el laboratorio escogido sea lejano, aunque comprendo que es lo mejor. Daniel, el sacerdote, está vestido como un hombre normal y aunque usa la cinta en su cuello se ve súper guapo. Es un hombre muy atractivo y cuando me habla me hace estremecer. No hay manera de que eso no me ocurra y me siento una pervertida por desearlo siendo un hombre de Dios. -¿Te encuentras bien? Tengo agua fresca si estás acalorada- Lo observo y se que estoy roja de vergüenza, pero no me atrevo a explicarle los motivos de mí estado -Estoy bien. Gracias. ¿Sabes cuánto puede demorar el laboratorio en tener los resultados?- Pregunto buscando cambiar el rumbo de la conversación -Mi hermano me dijo que podía demorar entre diez y catorce días. Aún así él abonó
DANIEL O'HIGGINS Es una situación difícil la de Rosario y la mía, pero aunque yo sepa cómo un hijo mío puede llegar al mundo, ella no tiene idea de que o quién la pusieron en su situación actual. Se que la prueba ya fue realizada y también el resultado que tendrá. No será sencillo tener que estar con Rosario siempre porque ella es una mujer de carácter y también está herida por la situación que le ha tocado vivir. Han transcurrido apenas seis días desde que realizamos la muestra y aunque he ido a visitar a Rosario, aún es difícil que podamos hablar sin que ella se exalte. La entiendo y he sido paciente con ella, pero es muy difícil mantener la calma cuando intento estar con él niño y ella no parece estar de acuerdo con eso. Me he encariñado con el bebé en poco tiempo y no pasa un día en el que no lo tenga en mis pensamientos. Lo extraño si no lo veo y deseo cargarlo en mis brazos, darle mí calor y brindarle mí cariño. Voy a ver a Rosario con el fin solo de visitar a quie
RICARDO FONTANA Le pedí a Rosario que abandonara nuestra casa junto al fruto de su infidelidad y posteriormente inicié los tramites de divorcio. No fue para nada fácil saber que al regresar a casa ella no estaría porque pese a mi decepción seguía amándola. Nataly tan solo fue mi desahogo en algunas ocasiones y también mi consuelo. Ella misma también opinaba que Christian no era mi hijo porque conoce mi infertilidad, pero le parecía extraño que ella pudiese engañarme. El día que le pedí a Rosario que se fuera busqué a Nataly para hablar y dejar que las horas pasaran. No tuvimos sexo, solamente hablamos. -¿Qué harás con tu vida ahora?- Me sirvió una taza de café -La amo. Sin esa estúpida obsesión por ser madre aún estaríamos juntos- Me quejé -No creo que ella sea capaz de engañarte. Lo habría sabido yo que soy su amiga. Ella siempre me lo contó todo- Sabía que eso era cierto y creo que ella fue demasiado discreta al tener una aventura -Lo entiendo, pero no hay manera
ROSARIO GARCÍA Me siento sola. Haberme enterado de quién es el padre de Christian solo hace que me aisle más porque me dan profunda vergüenza contarlo y se que esto recién comienza. Mí madre podría sufrir un infarto si supiera que él sacerdote de la iglesia donde ella va es el padre de su único nieto. Con mi padre tampoco quiero hablar porque se que me diría que esta no es la educación que él me brindó. No quiero ver la desilusión en sus rostros ni tampoco que se avergüencen más de mí. Cuando golpean mí puerta y veo que se trata de Nataly me siento tranquila, aunque tampoco me atrevo a decirle las últimas novedades. Intuyo que lo que hablemos se lo dirá a Ricardo y prefiero que él no sepa nada de mí. Preparo dos tazas de te y ella permanece en silencio. Es incómodo no saber de que hablar, pero más la sensación de que algo le ocurre y no me lo dice. -Fui a la casa de tus padres y me dieron tu nueva dirección. No sabía que te mudaste, ¿Por qué no me lo dijiste? -Tuve que
ROSARIO GARCÍA Daniel llegó por la mañana cuando estaba tranquila porque tendría un día libre en mi trabajo por ayudar a una compañera. Él estaba vestido de una manera que lo hacía ver sexy, aunque al usar el distintivo en su cuello que indica que es sacerdote le quitaba un poco el encanto. -¿Podemos hablar?- Me preguntó bastante serio y eso solo podía significar malas noticias -Presiento que lo que vienes a decirme no va a gustarme -No es nada malo, aunque no se cómo lo tomes tu. Quiero que vayamos ahora para iniciar los trámites correspondientes para que Christian sea O'Higgins -Si, son malas noticias. ¿Pensaste en lo que ocurrirá cuando él sea legalmente tu hijo? -Lo hice y afrontaré las consecuencias como corresponde. Tenemos el coche esperando afuera Me cambié de ropa y luego de abrigar a Christian salimos. Las miradas de la gente son algo que me duele. Se que Daniel no es culpable ni yo tampoco, pero hay quienes nos miraron como si lo fuéramos. Tal como esperé e
ROSARIO GARCÍA Los días transcurrieron y la policía no volvió a visitarme ni a mi ni tampoco a mi lugar de trabajo. Eso lejos de dejarme tranquila me preocupa porque siento que algo muy malo está ocurriendo. El temor de ser implicada en algún acto criminal me produce intranquilidad. Luego de tener un niño de un sacerdote ya no se que más podría ocurrir. Nataly me escribió esporádicamente para preguntarme por Christian y aunque he pensado contarle que descubrí el origen de mi hijo, no he tenido el valor para hacerlo. Se que ella es mi amiga, pero he sentido que nuestra amistad ya no es la misma de antes. Adoro a Nataly y no olvido todo lo que hemos compartido, pero siento que algo ha cambiado luego del nacimiento de mí hijo. No sé a qué se debe la sensación que albergo en mí pecho, pero no puedo evitarla. Recibí un mensaje suyo mientras estaba trabajando y eso me resultó extraño porque no es el horario en el que suele escribir. El contenido de dicho mensaje me impactó. "
RICARDO FONTANA Desde que me he separado de Rosario he vivido en el eterno recuerdo y también en la comparación de lo que vivimos. Cabe destacar que no siempre fue así, porque en principio sentía muchísima rabia por su infidelidad, algo que ha ido cambiando. Jamás perdonaré a Rosario por tener al hijo de su amante, pero se que podría haber perdonado su infidelidad. Me hubiese costado hacerlo, pero se que yo también le fui infiel. En la actualidad han habido otras mujeres, no solo una. Quien sabe de mis andanzas es Nataly pero ella jamás hace algún reclamo porque no somos más que amigos con algunos beneficios adicionales. Estar con otras mujeres solo me ha hecho comparar a lo que tenía con Rosario. He tenido sexo satisfactorio, no voy a negarlo, pero no se ha comparado con Rosario. Ella era cálida conmigo, cariñosa y no solamente por el momento de pasión, sino que disfrutaba estar entre mis brazos. Con ella no todo era una provocación sexual, sino que había algo mucho más p
ROSARIO GARCÍA Ha pasado un mes desde que fuimos a hacer los trámites pertinentes para que Daniel reconociera a Christian como su hijo y eso no es algo que me haga sentir bien. Cada día que ha trascurrido desde mí divorcio se ha convertido en un desafío personal para salir adelante por mis propios medios y cuidar de mi hijo económicamente para que nada le hiciera falta. Creí que podría vivir con la incertidumbre de quién era el padre de mí hijo por más de que no pudiera comprender como eso sucedió. Fue muy duro todo lo que viví, pero con la llegada de Daniel a nuestras vidas no puedo sentirme tranquila. Daniel es un buen hombre y me apoya económicamente aunque aún pretendo salir adelante sola. Él me ha traído dinero y también me ha enviado ropa y pañales para Christian, usando de intermediario al chófer que nos llevó a hacernos la prueba de ADN. Estoy admirada por él y por la valentía con la que enfrenta ésta nueva responsabilidad que es para toda la vida; me gustaría a mi