Capítulo 130.
Luisa después de jugar el papel de esposa abnegada por varios días, estaba tomando un baño en la tina.
La temperatura del agua era perfecta tibia, y con los grados necesarios para darle una sutil caricia a sus terminaciones nerviosas.
— Mmm, esto se siente delicioso.— Luisa estaba con los ojos cerrados, con una copa de champán del mas exclusivo que tenían.
Cuando de repente estaban tocando a la puerta de su baño.
La atmosfera relajada y silenciosa se había roto, Luisa abrió los ojos repentinamente y después gritó llena de rabia y dispuesta a correr a cualquiera que estuviera del otro lado.
— ¿Qué quieres?
En ese momento se abrió la puerta del baño solo un poco y unos ojos oscuros y llenos de miedo se enfrentaron a ella.
— Señora… es que es algo importante…
— ¿Mas que tomar un baño relajante después de haber cuidado del señor y dueño de esta villa durante días? — Cuestionó ella con tono prepotente.
— Pueess— Dijo la muchacha temerosa bajando la mirada, aun protegida por la barrera de