El joven ya había entrado al juego.
Ana, como observadora, veía paso a paso sus elecciones, sin interferir verbalmente en absoluto.
Esta escena tenía a los internautas del streaming tan ansiosos como hormigas en una sartén caliente, queriendo meterse directamente en la pantalla para ayudar al joven a evitar todas las decisiones equivocadas.
En la pantalla, conforme el joven llenaba la información, aparecían constantemente opciones relacionadas para que eligiera.
Hay que admitirlo, este simulador realmente simulaba todas las posibilidades que podrían ocurrir.
Especialmente ahora que se acercaba el examen de ingreso, en la parte de llenar las solicitudes universitarias, si seguir la voluntad de los padres y aplicar a universidades prestigiosas, o por su novia, elegir decepcionar las buenas intenciones de sus padres e ir a una universidad común que costaba decenas de miles de dólares al año.
Al verlo elegir sin dudar estudiar en la universidad común, la gente del chat empezó a insultarlo.