Ana primero envió mensajes privados a las cuentas ganadoras, entregando los diez sobres rojos de 100 dólares, antes de comenzar la transmisión.
Como siempre, no mostró su rostro.
Aunque los espectadores en el chat pedían a gritos que encendiera la cámara, ella fingió no verlo.
[Ay, ¿cómo puede ser que alguien tan guapa no muestre su cara?]
[Ya, ya, las manos de la streamer también son bonitas. Si yo tuviera unas manos así, me despertaría sonriendo hasta en mis sueños.]
[Jijiji, no diré quién ganó los 100 dólares (¡sí, fui yo!)]
[El de arriba puede largarse, presumir tanto te traerá mala suerte financiera.]
Los espectadores estaban muy activos en el chat, mientras los efectos de los regalos inundaban toda la sala de transmisión.
Antes, una donación del valor de un carrusel giratorio de 10 dólares permitía solicitar una llamada en directo.
Esta vez no fue diferente. Rápidamente alguien solicitó conectarse.
—Ana, hola, tengo una pregunta que me gustaría consultarte, me ha estado confundie