Capítulo 247
—Giana, ¿intentas aprovecharte de alguien inconsciente?El repentino sonido hizo que Giana retirara la mano instintivamente, estremeciéndose.

Se giró para ver a Ana apartando la cortina, saliendo.

Su rostro hermoso y frío mostraba un desprecio sin disimulo. Su cabello negro y piel blanca, completamente distintiva.

Giana se mordió el labio, llena de envidia.

—¡No me calumnies! Solo... ¡solo vine a ver a Gabriel!

Luego contraatacó: —¿Y tú qué haces escondida en la habitación de Gabriel? ¡Seguro que quieres aprovecharte de él! ¡Encima me acusas!

Ana no era nueva en este tipo de escenas.

Igualmente absurdo, igualmente risible.

De hecho, Ana no pudo evitar reírse.

Arqueó una ceja: —¿Aprovechándome de mi marido? Giana, ¿estás segura?

...

Gabriel había estado consciente todo el tiempo.

Podía sentir todo lo que sucedía en la habitación.

Sus párpados eran pesados, sin importar cuánto intentara abrirlos.

Sabía que Ana lo había acompañado toda la tarde. Sin poder ver, su oído parecía multiplicarse
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App