Allegra sonrió.— ¿Porque tan serio?.
— Pensaba, nada más dijo el acercándose y la beso.
Allegra lo rodeó con sus brazos y Dante saco su teléfono y lo apagó.
— Me sorprende señor Beaumont dijo ella burlándose.
— Lo bien aprendido nunca se olvida y definitivamente te prefiero en mis manos que a mi teléfono exclamó Dante.
Para compensarlo Allegra lo beso y comenzó a jugar con su corbata.
— Sabes estoy recordando que debo compensar que aprendieras a comportarte dijo Allegra mientras le quitaba la corbata con un movimiento seductor. Allegra comenzó a quitarle la chaqueta.
— Compórtate, ya va a estar la cena dijo Dante.
— Eres un aguafiestas exclamó Allegra soltando la chaqueta sobre el sofá.
— Ese soy yo, el esposo aguafiestas y gruñón exclamó Dante.
Allegra sonrió mientras le desabrochaba el botón del cuello, y el siguiente.
— Quieta.
— Aún faltan quince minutos para cenar. Porque no te duchas exclamó Allegra.
— Tú solo quieres desnudarme exclamó Dante.
Allegra comenzó a reírse.— Qué pec