UNA SEÑAL DEL DESTINO

Ella lo observo como si no tuviese la menor idea de lo que hablaba, era verdad, no tenía la menor idea, él pareció un poco fastidiado, mientras ella seguía allí, sin saber qué decir o hacer

Lo más curioso, es que solo una frese vino a su mente y sin más, solo lo dijo, mientras él la observaba con aquellos ojos azules

Era curioso, podría jurar que estaba muy adaptada al verlos, pero no era verdad, esta era la interacción más cercana que habían llegado a tener

Incluso cuando estuvieron casados, pues incluso el día del matrimonio, su padre había formado por ella, incluso su madre estaba en medio de la situación

Mientras ella era prácticamente vendida al hombre frente a ella, que ahora podía decirse que estaba muy, muy cerca y la tenía bastante nerviosa

—Yo, no… Yo solo busco trabajo…

—¿Trabajo? ¿De secretaria? ¿Mi secretaria?

Un pensamiento lleno de sarcasmo llego a su mente, se preguntó ¿de qué otro trabajo hablarían? Pues la verdad era que solo ofrecían el de secretaria

Pero si él estaba dispuesto a darle el empleo, uno donde ella no tuviese que darle siquiera una mirada, sería genial

Pero, ¿de qué estaba hablando? Ella no quería ese trabajo, ni el de secretaria o cualquiera que este pudiese ofrecerle, pero entonces blue vino a su mente

Necesitaban el dinero, todo se acababa, ¿Cómo sobrevivirían?

—Necesito el trabajo… Sea este o cualquiera…

Era verdad, no quería decirle que le diera el trabajo, no quería rogarle, no lo haría, pero hablaba con la verdad, aunque fuese limpiando mesas y trabajando en limpiezas de hoteles

Justamente como lo había hecho por cuatro años, mientras buscaba la manera de cubrir sus deudas, aquellas que había obtenido

Pagando miles y miles de cuentas para la supervivencia de su hermana

—¿Qué hay del dinero que llega a ti cada mes? ¿Qué ocurre con ese? ¿Qué has estado haciendo todos estos años para que tú tengas experiencia en lo que has estudiado?

Entonces Neus, apretó sus labios en línea recta, por primera vez desde que lo veía, había dejado de lado aquello de sentirse intimidad por el hombre

Y solo hablo con un tono, un poco altanero y determinado

—No tocaré ese dinero, se lo dije, no lo necesito, además lo que he hecho y lo que no he hecho todos estos años no es de su incumbencia, señor D’angelo…

—Por supuesto que lo es y más te vale que me digas que no has estado perdiendo el tiempo, que no has estado…

Pero sus palabras quedaron a medio salir, el hombre estaba tenso, tanto así que se acercó un poco más a ella, logrando quedar contra la pared rodeada por sus brazos

Mientras aquel no dejaba de observarla con aquellos ojos azules tan llenos de tanto, que no negaría qué aquel hombre la tenía más que nerviosa, pero ella no le demostró el temor

No le demostraría cuan intimidad la tenía, más cuando sus piernas temblaban y sentía que no podía siquiera respirar

Pues al hacerlo, su olor a cítricos y menta llegaba a su nariz y lograba ponerla incluso más nerviosa y ansiosa de lo que ya estaba

—¿Entonces no me dirás lo que has estado haciendo todo este tiempo? Pero dime algo… ¿Si me niego a que trabajes aquí? ¿Qué harás? Si yo me lo propongo no encontrarás trabajo, no en esta ciudad…

—No es el dueño de la ciudad, señor D’angelo, así que no le tengo miedo…

Él sonrió divertido, ¿de verdad decía algo como aquello? ¿Qué no era el dueño de la ciudad? Él era el dueño del puto mundo si lo deseaba

Pero ese era el problema, cuando él se había encargado de que esta nunca se enterará, quién era en realidad el hombre con el que estuvo casada por cinco años

—No tienes la menor idea de nada, pequeña Neus…

Aquellas palabras lograron que una corriente recorriera por completo la Columna de Neus, no sabía de qué trataba aquello

Pero no negaría que sintió tantas cosas, que logro percibir incluso que sus piernas temblaron un poco más y por poco salía un gemido de su boca

Pero ella solo mordió su labio inferior y aunque su voz ya no sonaba tan decidida como lo estaba antes, intento mostrarse suficientemente fuerte contra aquel

—No me importa, si es o no el dueño de este lugar, no me importa, no permitiré que todo se vaya a la borda por su culpa, no me importa lo que debo hacer, buscaré una forma de vivir aquí o donde yo desee, sin importar lo que usted diga señor D’angelo

Cada que ella decía esa palabra, cada que lo llamaba por su apellido, el ceño de Desmon se fruncía aún más, su rostro se tornaba más tenso

Su fastidio en la conversación era aún peor, sin duda alguna ella sabía que, si lo llevaba a su límite, este simplemente se cansaría, que la liberaría de su extraña manera de someterla

Pues la verdad era que la tenía bastante incómoda; y solo se marcharía sin más, mientras ella podría el fin respirar y podría por fin tener un poco de paz

—¿De verdad? ¿Prefieres ser secretaria a tomar la jugosa suma de dinero que llega a ti cada mes? ¿De verdad prefieres hacerme tal desprecio Neus?

—Prefiero limpiar baños antes de tomar ese dinero, no me importa si lo desprecio o no, no seré como mi padre, si una vez consiguió lo que deseaba con mi padre, yo le voy a demostrar que no soy como él, y no quiero nada de su parte…

Ella habló en un tono determinado, uno que demostraba que aun con el tiempo seguía siendo aquella chica de años atrás

Que no bajaría la cabeza, que lo observaría y respondería de aquella manera, sin importar los años, él hubiese matado a muchos por solo darle aquella mirada

Él solo se hubiese encargado de cada uno de estos, con el solo hecho levantar una mano, pero ahí estaba ella, observándolo como la basura que era a sus ojos hace muchos años

Observándolo de aquella manera, pero ahora había una gran diferencia, ahora ella no era esa niña de dieciséis años, que lo observaba como basura

¿Qué había cambiado en todos esos años lejos? ¿Qué era eso que la hacía ver tan distinta, tan… ¿Tan mujer?

—Entonces prefieres hacer lo que sea, con tal de no usar el dinero que se supone que es tuyo…

—No es mío, es suyo señor D’angelo…

Él mostró un pequeño gesto, uno que de verdad coloco un poco inquieta a Neus, mientras él podía entender dos cosas

Ella había cambiado mucho en los años que estuvieron lejos, el segundo, que parecía ser que no recordaba lo que había pasado aquella noche

Y lo tercero, era que necesitaba un trabajo, tenía dos opciones, la primera solo darse la vuelta, ignorar el hecho de que ella estuvo allí y solo dejarla que experimentara la vida tan cruel como era

la segunda, ser el mismo hombre débil ante aquella mujer y como siempre buscar la manera de protegerla, pues se negaba a que ella pasara por pesares

este dio un pequeño suspiro, y la observo a ella, quien aún no baja la cabeza y lo observaba dispuesta al parecer a recibir cualquier palabra de este, luego de la respuesta dada

—¿De verdad no recuerdas nada, no es así?

Ella frunció el ceño, mientras los ojos de Desmon la observaron con un total escrutinio, ella pensaba que aquel solo la echaría sin más

Qué le diría que se fuese y que se olvidara del trabajo, pues no se lo daría por nada del mundo, fue entonces cuando se alejó

Logrado así que ella por fin respirara, ni siquiera sabía que estaba aguantado la respiración, pero cuando este camino hacia la puerta

Y ella dedujo que por lo menos no la había echado, las palabras del hombre llegaron como si fuesen un gran golpe

—Estás contratada, inicias mañana, las entrevistas terminaron, felicidades Neus Robinson…

Su apellido había sonado como si fuese un insulto, mientras Neus no podía creer lo que había pasado, pues al parecer ella tenía un trabajo

Uno con el que soñó, pero el problema era que su jefe, ahora era su ex esposo, observo como aquel solo hacía un gesto y los enormes hombres solo se marchaban

Algo que la inquieto un poco más, pues aquel hombre sí que tenía todo controlado a su alrededor y algo le decía que iba a querer hacer lo mismo con ella y eso no le graba en lo más mínimo

—Felicidades, señorita Robinson, nos veremos el día de mañana, por favor no llegue tarde…

La mujer no pareció siquiera escucharlo, solo observo como este caminaba, no corría tras su jefe, quien conforme caminaba por los pasillos

Todos, a su alrededor, solo se alejaban de su camino y parecía no querer toparse con este, mientras el secretario quien lo seguía de cerca acomodaba sus lentes y hablaba precipitado

—¿Qué se supone que fue eso, señor? Estaba seguro de que solo la enviaría a casa, que luego hablaría con ella, pero ¿contratarla? Creía que buscaríamos a alguien capacitado…

—¿Qué ella no está capacitada? Pague una fortuna por sus estudios, se suponía que ella sería la que haría toda esta ridiculez, cuando Damián le indico a madre que no sería su heredero y que planeaba irse lejos…

Las últimas palabras habían llegado a ser un gran dolor en el pecho de que Desmon, pero aun así alejo sus pensamientos y solo subió las escaleras

Todo para llegar a su piso, mientras Cyrus, maldecía por el hecho de que este le gustaran tanto esas malditas cosas y no subiera por el ascensor

—Pero aun así… Si la está capacitando, para…

—No lo estoy haciendo, ella quiere ser mi secretaria, ella necesita el trabajo, ella no quiere tomar mi dinero, pues entonces veremos ahora trabajando para mí, si tomara mi dinero o no…

Cyrus, observo al hombre como si estuviese loco, como si fuese, no más que una persona completamente extraña, más cuando aquel detuvo sus pasos, observo al hombre tres escalones debajo de él

—Ella no recuerda aquella noche… Pero eso no es lo que me enoja, lo hace el hecho de que prefiera limpiar baños, que profiera hacer lo que sea con tal de no recibir eso que le pertenece…

—Señor…

—No, no te atrevas a decir nada más, ella no durara más de una semana en este trabajo, eso te lo puedo asegurar, sin contar con el hecho de que usara mi maldito dinero, justamente cuando decida renunciar y yo le cierre las puertas de todos los lugares, incluso de hasta el basurero más terrible de la ciudad o de cualquier lugar en el mundo…

—Ella tal vez está confundida, dele un poco de tiempo, tal vez si conseguimos a otra persona, una que nos ayude como debe y con la que tanto usted como yo podamos estar a gusto…

—No puedo imaginar a nadie mejor para el puesto, sin contar que al menos sé que ella no será una infiltrada o mucho menos una persona que querría meterse en mi cama, por lo menos no otra vez…

Aquel hablo lo último en un tono amargo, mientras Cyrus, lo observaba como si fuese un pequeño niño que hacía un berrinche

—Tal vez si usted habla de mejor manera con ella, considero que fue muy duro, que tal vez está dándole el trabajo, solo para vengarse… Ah… Disculpe, me quedo sin aliento, en fin, lo que digo… Es que tal usted está vengándose… de esta por olvidar su primera noche juntos… Y al parecer… Al parecer la última…

De nuevo los pasos de Desmon se detuvieron, observo al hombre que respiraba de manera agitada, mientras él no parecía para nada agotado

Muchas veces creía que eso de subir por las escaleras de servicio, solo era para hacer sufrir a Cyrus, otras veces lo hacía por qué lo tranquilizaba

Y otras porque su hermano, solía mirarlo en aquellos lugares, muchas veces solía encontrarlo en los escalones, sentado, estudiando, revisando algo en su teléfono

Lo que sea que hiciera, siempre que lo veía, lo recibía con una enorme sonrisa, mientras sus cabellos oscuros, siempre demasiados largos, cubrían su frente y lo hacían ver gracioso

Más cuando sus ojos azules, tan parecidos a los suyos, se mostraban emocionados y le daba concejos amorosos para que le fuese bien con su pequeña esposa

Consejos que nunca llegaba a realizar, pero solía pensar en ellos cada que este estaba cerca, Desmon dio un largo suspiro

Observo de nuevo al secretario y hablo con un tono un poco nostálgico y hasta depresivo, logrando que el secretario, comprendiera en quién pensaba en aquel momento

—Decidí darle una oportunidad de una nueva vida, tras la muerte de Damián, decidí que, si las cosas se daban de esta manera, era porque ella podía terminar con el mismo final que mi hermano, pero ahora… Ahora no estoy tan seguro Cyrus, por lo que, si esto es algo como una señal del destino, ¿quién soy yo para cambiarlo? Así que… Me temo que tendrás que esperar un poco más, pues no sé, al final de cuentas, no se que hacer…

El hombre siguió subiendo escalones, mientras Cyrus dio un largo suspiro, que haría con aquella pareja, la verdad es que a pesar de que ellos no lo supieran

Eran la pareja ideal, una testaruda y otro con la fuerza suficiente para demostrarle que no lo permitirá, cuál de los dos era peor

Cyrus dio un quejido, mientras no sabía por qué maldecía, por el terrible futuro que estaba por venir o por el hecho de que todavía faltaban dos pisos por subir

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