Capítulo 94. Una disculpa, no tan sincera
Luciana sabía que, por más que su esposo quisiera confiar en ella, siempre confiaría más en su madre y en Olivia, así que no se tomó aquella promesa muy en serio. Aunque mentiría si dijera que no se hacía ilusiones con que esto fuera verdad.
En ese mismo instante, se obligó a dejar de pensar en cosas que nunca iban a cambiar. Además, después de lo que había pasado no hacía mucho, debía recordar el verdadero motivo por el que había decidido volver con su esposo. Tenía que repetírselo a diario, porque él la hacía dudar a veces de sus propósitos.
Ya que había vuelto solo para hacer pagar a Olivia y a su suegra por todo el sufrimiento que le hicieron pasar, pues después de que la dejaron tirada en el mar, sufrió de pesadillas constantes, todas causadas por ese momento y por los maltratos que recibió de parte de esas mujeres.
No había renunciado a su vida de paz junto a su hermosa hija durante cinco años, solo para regresar a una familia que nunca la trató bien.
Tenía que recordarlo siempr