Axel, al escuchar las palabras de su abuela, finalmente soltó a Max, quien no había intentado defenderse en ningún momento. Simplemente, se dejaba golpear, porque en el fondo sabía que su cuñado tenía razón y él era el único culpable de que su mujer ahora estuviera muerta.

Los padres de Luciana estaban completamente consternados por la muerte de su hija. Su dolor era tan profundo que no pudieron decir nada ante las duras palabras de su hijo mayor. Ya que, en parte, sabían que tenía razón. Pues ellos no hicieron nada para impedir que su hija se casara con Maximiliano. Al contrario, estuvieron de acuerdo, creyendo que un hombre como él la trataría bien.

Solo los abuelos de ambas familias eran conscientes de que una pelea entre ambas familias no llevaría a nada bueno y por más que intentaron calmar los ánimos, no lograron contener la tensión, especialmente cuando Axel insistió en llevarse a su hermana para sepultarla en el mausoleo privado de la familia Herrera.

Pero Maximiliano no estab