Capítulo 126. La verdadera hija de los Herrera
Ya había pasado un mes desde que habían echado a Olivia de la mansión, y ella seguía furiosa con su madre, pues aquel apartamento no era tan lujoso como Verónica le había prometido. Sí, estaba bien ubicado y tenía todo lo necesario, pero para Olivia no era más que una pocilga.
¿Cómo iba a acostumbrarse a vivir en un lugar tan pequeño, si desde niña había crecido rodeada de sirvientes y lujos a su disposición? Si su madre no la sacaba pronto de allí, pensaba buscar a Maximiliano y contarle que todo lo que había hecho había sido por orden de Verónica. Estaba convencida de que, con eso, Max podría perdonarla con mayor facilidad, y así volvería a vivir como siempre lo había hecho.
Mientras pensaba en todo esto, recibió un mensaje de un número desconocido. El texto decía que aún podía vivir como una reina, como estaba acostumbrada, y que, si eso era lo que realmente quería para su vida, debía dirigirse a la dirección que le enviaba.
Olivia, al ver aquel mensaje, decidió no prestarle atenc