Capítulo ochenta. ¿Seremos padres?
— — — — Narra Brad Lancaster — — — —
—¡¿Raoul...?! —murmuro y me indica que calle.
—Aguarde, señor.
Es un desastre el aeropuerto. No sabemos quien ha sido el tirador que ha dejado muerto a más de dos hombres que me rodeaban. La seguridad del lugar se hace con el problema y mi gente me indica que nos quedemos en el suelo. Mis hombres se ponen a mi lado y solo dejamos que los demás se encarguen del problema.
El avión en medio de la pista está siendo protegido para que no sufra daños o explote por la dinamita y la gente corre de aquí para allá controlado la situación. Pronto nos avisan de que podemos levantarnos, han atrapado al tirador.
Las siguientes tres horas las pasamos en la sala de interrogatorios.
Preguntas y más preguntas nos asaltan sin parar, mi gente es entrevistada una por una y nos niegan la entrada al país por haber provocado semejante desastre en el aeropuerto, una de sus fronteras.
Nos reclaman por haber provocado este desastre