Rebeca Parker tuvo que vender la empresa que sus padres formaron antes de morir, ya que ella se quedo en la ruina mas miserable, siendo tambien engañada por su novio de toda la vida y su mejor amiga, aunque su mejor amigo y gay Jimy, se quedo a su lado apoyandola en todo, Pero Aaron Tyler, el CEO que le compro a Rebeca su empresa sin ella saberlo, tuvo con ella una noche de champan y pasion sin freno en un hotel, dejandole un regalo inesperado, pero poco tiempo despues, el mismo Tayler la contrato para que fuera su esposa, su asistente y todo lo que necesitaba a cambio de devolver a ella lo que Tyler le arrebato pidiendole en el contrato que la hizo firma, varias clausulas entre ellas la de darle un heredero, pero cuando ella decidio que por recuperar lo que le pertenecia, firmaria hasta al mismo diablo lo que fuera por volver a tener a su nombre lo que sus difuntos padres le dejaron como herencia ¿Le dira a Aaron Tayler que antes de firmar el contrato, ella ya sabia que llevaba en su vientre algo de el? ¿que pasara cuando el poderoso Ceo se entere? ¿o habra detras de esta historia, celos y alguien mas que sigue escondida entre las sombras? te aconsejo que no te pierdas esta bonita historia
Ler maisMe llamo Rebeca Parker y tengo veintiocho años, tengo una empresa de Informática, pero ultimamente me va todo mal hasta el punto que que tengo que vender mi empresa, pero quien la desea es un Ceo egocéntrico, narcisista y un playboy y la verdad que me lo estoy pensando mucho en dársela, solo que cuantos más días pasen sin venderla, más me ahogan las deudas que tengo, y más desesperada estoy ya que tengo cuatro personas trabajando en mi empresa y aunque ellos han sido siempre fieles a mi, se que esto no es justo tampoco para ellos.
Sostuve el bolígrafo entre mis manos temblorosas flotando entre las líneas que estaban punteadas para que firmara en los documentos que me dio el abogado de Taylor e hijos, pero me sentía rota y frustrada, ya que ese no era el destino que yo quería para mi empresa.
— Firma ya Rebeca, no podemos hacer nada más — me dijo mi amigo Jimy, que aunque es gay, ha sido siempre mi fiel compañero en las más duras batallas
— Se que tengo que firmar Jimy, lo que no se, es que pasara después, no me fio de ese hombre — respondí, cayendo algunas lágrimas por mis mejillas
— Ya se que hemos trabajado mucho, pero se acabo, ademas a lo mejor estarás entre los socios —- me dijo Jimy
— Es que pensar que lo voy a ceder a ese multimillonario desalmado, no lo puedo soportar — le dije
— Ninguno de nosotros lo vimos venir, quizá invierta en lo que tenemos o a lo mejor le quede algo en su oscuro corazón — me dijo haciendome sonreir
— Sabes que siempre me ha gustado como eres, pero no creo que lo haga, es un CEO de fusiones y adquisiciones y las pequeñas empresas como nosotros, nunca podrá competir con ellos, sabes que cuando vino su abogado a hablar conmigo, casi me obligó a venderle mi empresa
— Sabes que cuando vino, trajo un suculento cheque que nos sacará de más de un apuro que ya tenemos
— Ya lo se Jimy, no sé qué pensarían mis padres de mi si estuvieran vivos, al ver que he dejado que la empresa se arruine
— No ha sido culpa tuya Rebeca cariño, ya no hay nada de lo que podamos hacer, solamente en confiar que podamos seguir aquí trabajando — me dijo Jimmy
Cogi con fuerza el boligrafo estampando mi firma en el documento que tenía delante y donde estaba señalado para que lo firmara
No sabia porque estaba allí con Jimy, no tenía ganas de bailar ni de hablar con nadie después de haber perdido lo que era mío y luche por mantener aunque de nada sirvió. Jimy me habia animado a ir a un club, para celebrar la gran perdida y que ya eramos libres de tantas deudas, a parte de que mi novio de tantos años me dejo de la noche a la mañana marchandose con la persona que yo pensaba era mi amiga, si tenia dos mejores amigos, Jimy que sabia que pasara lo que pasara nunca me iba a dejar sola y Monica, que nos conocimos cuando monte la empresa, pareciendo que nunca me abandonaria por muy jodida que estuviera, idiota de mi que todo me lo crei ya que se estaba tirando a mi novio, un novio que siempre que estabamos en la cama me prometia amor eterno. Jimmy me animo a ir a tomar unas copas esa noche y así emborracharme para olvidar todo lo malo que habíamos pasado
— Venga Rebeca animate o esperas que tu fortuna aparezca en forma humana, aquí tienes muchos tíos y cualquiera te quitaria la pena, animate anda — me dijo Jimy.
— Olvidalo Jimy, ahora no tengo ganas — respondi
— Vamos mujer, no te enfades, en este sitio por lo menos hay cinco hombres para una mujer y yo ya me he fijado en uno que tiene que estar mejor que el sabor del chocolate con fresas, anda vamos a ver si nos ligamos a alguno — me dijo mi amigo
Jimy estaba ya medio borracho, pero yo no tenía ánimo para seguir en ese Club a si que me despedí de mi amigo cuando iba a marcharme
— Venga bonita, descansa hoy y mañana te digo como ha sido la noche — me dijo mi amigo cuando nos despedimos
Cuando salí de aquel club, el frio me dio en toda la cara y la verdad que lo agradecí, cogi mi movil para llamar a un taxi, pero el maldito se me callo al suelo haciéndose trizas el cristal de la pantalla
— ¿Estás esperando a que vengan a por ti? — escuche la voz seductora de un hombre detrás de mí
— ¿Perdón?¿me hablabas a mi? — le pregunté cuando me gire para saber quién era
— Parece que te han dado plantón — me dijo
— ¿Quién te ha dicho que me han dado plantón? solamente he tenido la mala suerte de que se me ha roto el movil, necesito llamar a un taxi — le dije
— Tu novio está dentro, tal vez si has venido con él, puede llevarte a casa — me dijo haciéndome reír
— No es mi novio, es un amigo y de todas formas él tampoco tiene coche — conteste
— Te he visto dentro y la verdad es que no he podido apartar mi mirada de ti, ¿Tienes novio? — me pregunto
— No, ni tampoco estoy casada — le dije
— Se que desde que has entrado no te has movido del mismo sitio y tan solo has hablado con tu amigo y el camarero que os ha servido, lo cual me intriga bastante, o es que sientes remordimiento por divertirte sin pareja o algo extraño te sucede — me dijo
— Vaya has estado muy ocupado conmigo esta noche ¿no? — pregunte
— Hola me llamo Aaron — me dijo dándome la mano
— Yo me llamo Rebeca — le dije
— ¿Qué me dices si te invito a un cafe? esta noche hace bastante frío — me dijo
— No te diría que no ya que no me apetece irme a casa — respondí
— Pues entonces vámonos — me dijo ofreciéndome su mano para cruzar la carretera que teniamos enfrente
AARONEstaba tranquilamente estudiando los proyectos que tenía encima de mi mesa del despacho, cuando de pronto me sobresalte al escuchar como la puerta de mi despacho la abrían de golpe, viendo entrar muy sonriente a Raquel, que aunque Clay la despidió por acosarme, ella se noto que hizo caso omiso a las amenazas de Clay, al presentarse delante de mí en mi despacho, teniendo que obviar por un momento los documentos que estaba revisando.— ¿Se puede saber Raquel, qué coño haces aquí? según creo Clay te despidio y yo por supuesto ya no quiero verte nunca más — le expresé.—- Ya, —- me dijo ella asintiendo– Bueno Aaron, si eres el hombre que yo creo, tú también sabrás que te pondré una demanda por acoso, estoy deseando escuchar cómo le explicas al juez y sobre todo a los asesores de la empresa porque me obligas a mi, una subordinada tuya a follar contigo.--- me dijo muy segura de sí misma— Creo señorita Raquel, que la despedí, así que por favor le pido cortésmente que se marche de mi e
Cerca del mediodía de ese mismo dia, yo me encontraba con Elisa en la cocina ayudando a hacer la comida para nosotras dos, cuando de pronto empezamos a escuchar la melodía de un móvil, me acerque hasta el salón donde estaba mi teléfono y al cogerlo de encima de la mesa, me pude dar cuenta de que era Aaron el que me llamaba. Aunque dejé que sonara varias veces, al final como necesitaba una explicación de Aaron, me decidí en contestar la llamada— ¿Rebecca caiño? — pregunto Aaron— Dime, ¿qué quieres Aaron? — pregunte muy enfadada— Esa foto tiene una explicación, por favor cariño, escúchame antes de colgar la llamada — me dijo él— Bien, dejare que te expliques, pero si no me das una buena explicación, cuando vuelvas a casa, nuestro hijo y yo ya no estaremos aquí — le grité, sentandome en el sofá, esperando a su explicación—- Rebeca mi amor, Raquel me ha estado acosando sin cesar, dándose cuenta Clay, el cual me dijo que si trataba de inmiscuirse en nuestras vida la despediría, y eso f
Casi todos los días hablaba con Aaron, me llamaba por teléfono cuando tenía un tiempo libre, aunque solo eran unos minutos, pues siempre tenía algo que hacer, pero deseando los dos en que llegara el fin de semana para volver a vernos, pero no llegó .Faltaba tan solo un dia para que yo volara con mi hijo hacia la ciudad donde estaba Aaron, pero aunque ya tenía el billete del avión y el equipaje hecho, me llamó el día anterior a mi vuelo Clay quitándome la ilusión de volver a ver a mi esposo, ya que según me dijo él, tenían mucho trabajo y no nos ibamos a poder ver Aaron y yo, asi que cuando acabamos de hablar, me quedé donde estaba cuando recibí la llamada, sentada en el sofa del salon con la cabeza apoyada en el respaldo, mirando a la nada. Una vez que ya me canse de estar sentada mirando al vacío, me levanté del sofá y me asomé a una de las ventanas de mi casa pensando en mi esposo y en Raquel, mientras estaba viendo como fuera llovía torrencialmente, viendo lo gris que estaba el cie
Hacer el amor con Aaron, era como si estuviéramos descubriendo las esquinas de nuestros cuerpos por primera vez, ya que nunca era lo mismo con mi marido. Y ahora que se volvía a marchar otra vez de viaje, me quedé por un momento tumbada al lado de mi marido con mi cabeza en su pecho muy seria, ya que sabía que Raquel, aquella mujer que conocí en aquel evento, también se iría en el mismo viaje con él, y eso me preocupaba demasiado, dándose cuenta enseguida de que algo me sucedía mi esposo.— ¿Qué te pasa Rebeca? — me pregunto susurrando— Nada no te preocupes — respondí a su pregunta— Bueno si no me lo quieres decir, dejaré volar mi imaginación y lo achacare a que estas pensando que vuelves a quedarte sola con Junior en casa ¿es eso lo qué te pasa? — me dijo haciendo que le sonriera— Es que últimamente casi no estás en casa, tu hijo no te ve y ahora vuelves a marcharte, lo siento Aaron pero es que – me quede por un momento callada, cabreada conmigo misma por los pensamientos que tení
La llamada que recibió mi marido esa noche, no podía significar otra cosa, que tenía que volver a salir de viaje otra vez y eso significaba para mí que iba a pasar otra vez algun tiempo sola tal y como Clay le estaba hablando a Aaron— La reunión es mañana Aaron, pero nos vamos a trasladar los de siempre, Raquel, mi hija, tu y yo, aunque seguramente tendre que decirselo a mi yerno, ya que estas reuniones van a ser muy importantes para nuestra empresa y necesitamos ir con cautela, pero con gente que nos ayude con estos clientes, mínimo supongo que esta vez estaremos fuera de nuestras casa al menos dos semanas, hasta que tengamos claro lo que necesitan, esto es muy grande Aaron y te necesito – le comento Clay, sintiéndome mal ya que mi marido puso el manos libres de su móvil, lo cual me dio la oportunidad de saber de qué hablaba ClayMe quedé mirando a mi esposo, rodeandome él mi cintura cuando terminó de hablar por teléfono con Clay, dándome pequeños besos en mis labios, pues sabía que
Un dia que estaba mi esposo en su despacho de nuestra casa después de estar varios días de viaje fuera de nuestra casa por trabajo, abrí la puerta despacio, quedando mirando como trabajaba, estaba muy enamorada de mi esposo, así que me quede completamente embelesada mirando como trabajaba, No era aquello lujuria, si no la calidez de un afecto más profundo que hizo que se me acelera mi corazón. Exhale una sonrisa, acercandome despacio a Aaron. Sin pensarlo dos veces, rodee la mesa de su despacho, poniéndome de pie enfrente de Aaron, empuje su sillón de ruedas apartandolo de su ordenador, mirándome él un poco descolocado y más se sorprendió cuando me senté en sus piernas abrazándolo, dándole un suave beso en sus labios. Aaron me correspondió en ese momento a mi abrazo y a mi beso, aun teniendo en su rostro algo de sorpresa por lo que yo acababa de hacer. Se notaba que Aaron estaba tan encantado como conmovido por el afecto que le acababa de dar a mi esposo. Yo le sonríe mientras los dos
Último capítulo