Disimuladamente, sin pestañear, apretado contra la puerta del coche y casi encogido, Joel miraba a Dominic.
¡Cómo engañaba!
Pensó.
Ahora mismo, metido en su traje negro y de firma, nadie pensaría que tenía un arsenal de objetos de tortura y que era un dios en la cama.
Bueno, al menos para él
-¿Qué me miras tanto?- le sonrió Dominic
-Na-nada- negó el joven moviendo la cabeza.
Su móvil sonó haciéndole dar un grito pero calmándose lo sacó de su pantalón.
Desorbitó los ojos
-Cuatro veces- remarcó Bale
levantando cuatro dedos.
Joel dibujó una extraña mueca pero se dio prisa en contestar
-¿Sí?-
-"¡A, que el móvil sí lo oyes!"-
-¡Holly!-
-"Obviamente tu madre no soy ¿Dónde coño estás metido que llevo dos, ¡¡Dos horas!! tocando a tu timbre y no me abres??"-
-¿¿Es...estás en mi casa??-
-"En teoría estoy en el portal del bloque donde vives, así que o me abres o