37. LA CULPABILIDAD EN SUS MIRADAS
Pese a que el tiempo no jugaba a nuestro favor, decidí que era necesario que Lyra conociera de primera mano el lugar que estaba destinado a liderar. No se trata de alimentar mi propio ego ni de ganar más puntos ante ella. No. Era indispensable que viera la realidad sin filtros, la parte más cruel e inhumana de este mundo, la que tarde o temprano tendrá que enfrentar como líder, y también como mi Luna.
Tendría que sostener miradas rotas, lidiar con heridas abiertas, cargar con historias imposibles de reparar. No quería que la ingenuidad la dejara indefensa cuando asumiera su rol. Tenía que aprender a resistir, a mantenerse firme aun con el corazón desgarrado.
Para mi sorpresa, disfruté el viaje más de lo que hubiera imaginado. Al ser una salida improvisada, pocos sabían de nuestros movimientos, así que aproveché para viajar con una escolta mínima... casi parecía un viaje en pareja. Normalmente habría ido solo, o tal vez acompañado de Clark, pero la dinámica cambió desde que ella llegó.